Los últimos meses no están siendo nada fáciles para Tamara Gorro. Después de haber admitido que padece depresión y de haber roto su relación con Ezequiel Garay, la influencer ha tenido que hacer frente a un nuevo problema: una operación de vesícula que tuvo lugar el pasado día 26, por la que tuvo que ser intervenida de inmediato.
Una vez recuperada, la extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa ha hecho una aparición en redes sociales en la que ha posado en ropa interior, mostrando así las tres cicatrices que su último paso por el quirófano había dejado en su vientre: “Aunque las cicatrices más dolorosas son aquellas que no pueden verse, las que se ven simplemente dejan recuerdo”, comenzaba explicando, para luego hacer una enumeración de todas las “secuelas” que su reciente operación le ha dejado: “Yo lo quiero recordar riéndome por varios motivos: Porque como dice el dicho: todo viene de golpe; porque quiero ir a trabajar, jugar con los peques, entrenar y moverme; porque ahora que estoy lista para coger peso “no puedo comer de todo” y lo único que hago es ir a la nevera y poner cara de gatito de Shrek; porque ando curvada; porque me hago la mala (más) para que me traigan todo; en definitiva, un cuadro para enmarcar y subastar jajajaja”, describía, tomándose la situación con el mejor humor posible: “Mejor reírme que llorar, ¿no?”, zanjaba.
En cuestión de instantes, la publicación alcanzó los más de 50 mil “me gusta” y un sinfín de comentarios de rostros conocidos en los que brindaban todo su apoyo a la segoviana. Entre ellos el de Tania Llasera, que pese a ser uno de los personajes de la semana por su polémica con Adriana Abenia, también aprovechó para escribir tres corazones en el post de Tamara, en señal de ánimo.
Aunque fue intervenida el martes, todo apunta a que la operación fue viento en popa, motivo por el que Gorro obtuvo el alta el jueves día 28. Así lo contó ella misma en su cuenta de Instagram, donde aparecía muy feliz mientras se posaba sobre la camilla del hospital: “¡PRUEBA SUPERADA! Casita, reposo y a dejarme mimar. Mil gracias por todos los mensajes, y a partir de ahora ya no os doy más disgustos, que vamos servidos jajajaja. ¡OS QUIERO!”, señalaba la protagonista en cuestión, que no parecía tener el ánimo tan arriba cuando le quedaban escasos minutos para pasar por quirófano: “Me he enterado hace muy poco de esta noticia. Hoy tengo que bajar al quirófano dentro de muy poquito. Sabéis que llevo con problemas digestivos muchísimo tiempo, pero desde que estoy enferma mi pérdida de peso no ha sido solamente por la enfermedad mental que tengo, también es porque cada cosa que ingiero la vomito. Después de haberme hecho muchísimas pruebas, el equipo médico ha llegado a la determinación de tener que quitarme la vesícula, porque está muy pequeñita y muy engrosada. (…) Si os soy sincera, no es el mejor momento para operarme, no me viene bien, pero tengo que hacerlo y hay que pasarlo”, contaba ella misma en un vídeo, esperando que este sea el último bache que tenga que superar después de unas semanas muy convulsas.