Familiares de personas desaparecidas denunciaron que la Fiscalía de Morelos no cumplió con el protocolo de resguardo de la zona donde fueron hallados los restos en Puente de Ixtla.
Estrella Pedroza
Cerca de 28 horas después de que familiares de desaparecidos encontraron una osamenta y una fosa clandestina en el municipio de Puente de Ixtla, personal de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas acordonó la zona y reforzó las medidas para evitar la contaminación de la escena.
El pasado lunes, en Morelos, familiares de víctimas de desaparición realizaron la primera búsqueda en campo y en el primer punto revisado hallaron tres restos óseos humanos, entre ellas un fémur y una rótula.
Durante el segundo día de búsqueda, las actividades se concentraron nuevamente en el campo El Salado, situado a un costado de la autopista Cuernavaca-Iguala y a unos metros del puente Chalma, en la rivera del río Tembembe.
Los integrantes de los colectivos Unión de Familia Resilientes Buscando a sus Corazones Desaparecidos, Regresando a Casa Morelos y Los Otros Desaparecidos (colectivo visitante) regresaron el martes al lugar del hallazgo para verificar en qué condiciones habían sido resguardadas la fosa y la osamenta.
Pero al llegar se encontraron con que la zona fue abandonada sin ningún tipo de medida y dejaron a la intemperie, y bajo la lluvia, la fosa clandestina, las evidencias y parte del hallazgo.
Un día antes, personal de la Fiscalía Especializada en Búsqueda, a cargo de Janet Lulo Juan, y de la dirección general de servicios periciales de la Fiscalía General Estatal, a cargo de Samuel Nava Vázquez, cuestionaron quiénes y por qué habían rascado la zona.
Expulsaron a los activistas y aseguraron que se encargarían del resguardo y continuidad de la búsqueda, denunció Mario Vergara, minutos después de su llegada a Morelos.
Vergara exigió que las autoridades de dicha fiscalía regresaran al lugar para explicar lo sucedido, que se aplicara el protocolo de aseguramiento y se concretara la exhumación.
La búsqueda se organizó precisamente porque se sospecha que los restos del hermano de Vergara podrían estar en Morelos.
Mediante una llamada telefónica, Lulo Juan informó a las familias de víctimas que no asistiría al lugar del hallazgo.
Sin embargo, aseguró que el fémur, la rótula y una pieza más fueron debidamente embaladas y aseguradas.
Pese a que en el lugar no había una sola cinta de resguardo, la funcionaria aseguró que todo se realizó conforme a la ley, pero que la continuidad de la búsqueda y exhumación del resto de la osamenta se podría realizar hasta tener la orden de un juez.
Ante el amago de las víctima de reactivar con sus propias manos la búsqueda, la fiscal informó que enviaría un equipo.
El martes, desde las 9:30 de la mañana hasta pasadas las 16:00 horas, esperaron al personal de la fiscalía.
Al llegar, se vivieron momentos de tensión debido a que Vanessa Pérez Peña, ministerio público de la Fiscalía Especializada en Búsqueda, replicó la explicación de la fiscal, pero las familias denunciaron falta de sensibilidad y compromiso con las víctimas.
“Dejaron todo expuesto, sin ninguna medida; toda la noche llovió y ya se contaminó la zona, pudo haber venido alguien y robar evidencias o, incluso, un perro o algún animal. Se les hace muy fácil dejarlo así porque para ustedes sólo son huesos, para nosotros son nuestros familiares“, reprochó Angélica Monroy, integrante del colectivo Regresando a Casa Morelos.
Las madres de víctimas, que han participado en la Comisión Nacional de Búsqueda, explicaron a las servidoras públicas el proceso.
“En otras entidades, cuando hacemos algún hallazgo llamamos a la fiscalía y llega un equipo de peritos, con las herramientas necesarias y se quedan a trabajar hasta que se concluya el resguardo y la búsqueda, todo muy profesional”, detalló Tranquilina Hernández, del colectivo Unión de Familias Resilientes Buscando a sus Corazones Desaparecidos.
Vanessa Pérez Peña reconoció en entrevista que no se aplicó el protocolo de resguardo.
“Desconozco por qué no se tomaron las medidas. Ahorita, atendiendo las necesidades de los familiares, se les cumplirá lo que solicitan”, explicó; “se ampliará el acordonamiento para resguardar la zona para que no se contamine, nos van a traer una lona para evitar que se moje esa área con las lluvias, se va a poner una malla para evitar que la fauna pase y se va a cribar la tierra”.
Después de las 18:00 horas, fue cuando se aplicó el protocolo de resguardo, pero seguían en espera de la orden de exhumación proporcionada por un juez.