Según datos de la Sociedad Española de Sueño, entre el 20% y el 48% de la población adulta tiene insomnio agudo y el 10% lo sufre de manera crónica. No se trata solo de tener problemas para conciliar el sueño, sino también de despertarse varias veces durante la noche. Lo más curioso es que hay personas que se despiertan siempre a la misma hora de madrugada.
Despertares nocturnos
Iván Eguzquiza Solís, Psicólogo Conductual especialista en sueño en el Instituto del Sueño, explica que las personas estamos diseñadas para generar pequeños despertares muy breves para comprobar que el entorno es seguro y nos podemos volver a dormir con total tranquilidad.
Esto es algo que nos ha permitido sobrevivir como especie a lo largo de la historia, poniéndonos a salvo del ataque de depredadores o enemigos durante la noche.
“Es cierto que solemos dormir de manera más continuada unas cuatro o cinco horas hasta que generamos despertares con un mayor grado de vigilia, ya que esas horas son las necesarias para conseguir un mínimo de descanso esencial”, señala el especialista, según recoge ‘Onda Cero’.
Nuestra fisiología está preparada para generar varios despertares a lo largo de la noche. Sin embargo, no somos conscientes de ellos ni quedan guardados en nuestra memoria, excepto cuando duran más de cinco o seis minutos.
Del mismo modo, cuando nos asustamos de un despertar concreto que ocurre a una determinada hora, generaremos miedo y nerviosismo y, finalmente, acabaremos produciendo cortisol, la hormona del estrés.
“Cuanta más aprensión generemos ante el despertar de una determinada hora, con más frecuencia nos aparecerá. Y, en consecuencia, nos costará volver a dormirnos cada vez más, con lo que podemos acabar generando un problema de insomnio”, advierte.
Cuando atravesamos épocas de gran estrés, es muy habitual sufrir despertares nocturnos, y estos generalmente siempre ocurren a la misma hora de madrugada. Además, es común que nos despertemos ansiosos, con taquicardias y sensación de ahogo y envueltos en sudor.
Quedarnos en la cama si nos despertamos en mitad de la noche y no podemos dormirnos de nuevo es lo peor que podemos hacer. Lo más aconsejable es levantarnos y realizar alguna actividad relajante bajo una luz tenue, como meditar o escuchar un podcast, por ejemplo.
Y, por último, cabe señalar la importancia de mantener un horario de sueño. En la medida de lo posible, debemos acostarnos y levantarnos todos los días a la misma hora. De esta manera, poco a poco iremos entrenando al cuerpo y al cerebro para que sepan cuáles son las horas de vigilia y las horas de sueño.
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