Cuando llega el verano, el deseo de descansar, tomar el sol y broncearnos se vuelve más intenso. Pero para disfrutar de nuestras vacaciones sin que la piel acabe quemada, y sin sufrir consecuencias a largo plazo, es muy importante evaluar adecuadamente el SPF de los protectores solares , para defender tu piel de los efectos del sol y broncearte sin riesgo , junto con una exposición consciente. Unos protectores que cuentan todos ellos con un número, que solemos relacionar con el nivel de protección que tienen, pero ¿sabemos qué significan realmente?. Descubramos a continuación, el verdadero significado del número que aparece en las cremas solares: te vas a quedar de piedra.
El significado del número que aparece en las cremas solares
Todos los protectores solares llevan un número SPF, que es el el acrónimo en inglés de «Sun Protection Factor» , es decir «Factor de Protección Solar» y que representa el índice de protección de los protectores solares frente a los rayos UV.
Un valor del que se suele tener la creencia que representa el tiempo que nos va a proteger tras haberlo aplicado. Es decir, que si cogemos y usamos una crema solar de factor 30, estaremos protegidos media hora cuando en realidad no es así.
Gracias a la cuenta en Instagram del farmacéutico Álvaro Fernández, @farmaceuticofernandez, hemos descubierto que en realidad, ese número tiene que ver con el nivel de protección de nuestra crema solar, calculado en función del tiempo que tarda la piel en broncearse tras el uso de la crema, por lo que será mayor cuanto mayor sea el SPF.
De este modo, mucha gente descubrirá ahora que el número SPF, no se corresponde con lo que tardas en comenzar a quemarte, sino que en realidad el número será un multiplicador con respecto a la protección natural que te aporta tu piel. Es decir, y tal y como se explica en el vídeo, si normalmente tardas 5 minutos en quemarte y te aplicas una crema de factor 30, multiplicarás por 30 esos cinco minutos, de modo que tendrás protección durante al menos 150 minutos.
Eso sí, en el vídeo también aparece un mensaje en el que se explica que el valor de los SPF, se calcula dentro de un laboratorio sin tener en cuenta factores, como el agua, el aire o también, la arena de la playa.
Es por ello que se recomienda que tras haber pasado dos horas desde la primera aplicación de nuestra crema solar, volvamos de nuevo con una segunda aplicación, desterrando además ese mito que existe en torno a como los protectores solares evitan que te pongas moreno. En realidad es todo lo contrario, sino que nos protegen y nos ayudan a broncearnos de una forma mucho más segura, sin que acabemos la jornada de playa, completamente quemados.