Al menos 35 personas han muerto durante la semana de protestas en Irán a raíz de la muerte bajo custodia policial de una mujer de 22 años que llevaba mal puesto el velo. Así lo confirmó la noche del viernes la televisión del régimen de los ayatolás citada por Borna News, la agencia de noticias vinculada al Gobierno. Pese a que varias ONG de derechos humanos ya apuntaban a esa cifra, el último número oficial de fallecidos en las manifestaciones que se iniciaron por todo el país tras divulgarse la muerte de Mahsa Amini era hasta ahora de 17. Además, según un vídeo publicado por el diario estadounidense The Washington Post, la policía iraní habría abierto fuego real contra manifestantes. Este mismo sábado, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha animado a sofocar las protestas de manera “decisiva”, según medios del régimen citados por Reuters, que apunta que el mandatario hizo el comentario en una llamada a la familia de un agente de seguridad supuestamente apuñalado durante los altercados.
Las protestas estallaron hace una semana a raíz de la muerte de Mahsa Amini, de 22 años. La mujer fue detenida en la capital, Teherán, por vestir de manera “inapropiada” por agentes encargados de hacer cumplir el código de vestimenta de Irán. Tres días después de su arresto, Amini murió en el hospital.
En varias ciudades, los manifestantes se han enfrentado estos días con las fuerzas de seguridad, han quemado vehículos policiales y coreado consignas antigubernamentales, según varios activistas. Este sábado, día que da inicio al año académico iraní, las autoridades educativas han suspendido las clases presenciales en las universidades y han ordenado que los estudiantes se conecten de manera online. Esta medida durará al menos una semana.
Conforme iban incrementando las protestas, el Gobierno ha ido cerrando y censurando el acceso a internet, lo que dificulta la organización de los activistas y manifestantes y la comunicación de estos a través de las redes sociales. El Ejército, además, ha afirmado que está listo y dispuesto a hacer lo que sea necesario para “defender la seguridad nacional”. Pese a todas las amenazas, muchos ciudadanos salieron el viernes a protestar en las calles de varias localidades del país. “No nos pueden matar a Todos”, espetó un manifestante en Rudsar, en el norte del país, según la agencia Efe.
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