Terrazas rodeadas de naturaleza en Madrid

Jardines con restaurantes efímeros y mesas a la sombra de los árboles. Estas son algunas de las mejores terrazas en parques y espacios ajardinados madrileños donde comer bien.

En parques

Tortilla y 'wrap' del día con salmorejo en la terraza de la cafetería del Botánico.
Tortilla y ‘wrap’ del día con salmorejo en la terraza de la cafetería del Botánico.

A quién no le apetece un gazpacho fresco o un salmorejo a la sombra de un árbol en verano. Si además se pone como banda sonora a pájaros piando, de escenario el interior del Real Jardín Botánico y una carta de comida firmada por el grupo Triciclo, el buen plan está asegurado. La terraza ubicada junto al pabellón Villanueva del Botánico está abierta de 13.00 a 17.00 y es recomendable reservar en el 606 346 700 para no quedarse sin mesa. En ella ofrecen opciones de picoteo como los matrimonios de anchoa y boquerón (12 euros media ración) o mezzes: humus, guacamole y babaganoush con crudités (12 euros).

Cuentan con un apartado de platos frescos como el salmorejo de tomates verdes, aguacate y jalapeños con maíz crujiente, que sirven en un plato, o dos, si es para compartir (14 euros), y lo mismo hacen con el salmorejo cordobés con cecina y queso majorero (14 euros). No faltan los callos de la Taberna Elisa (media ración 12 euros), el vitello tonnato ahumado en bocata (12 euros) y cuentan con un estupendo wrap del día (7 euros). Para acceder a esta terraza y disfrutar del Jardín Botánico hasta llegar a la mesa, hay que abonar la entrada de 6 euros, pero los martes a partir de las 14.00 es gratuita. Dirección: plaza de Murillo, 2.

Ensalada en Villa Verbena, en la Casa de Campo.
Ensalada en Villa Verbena, en la Casa de Campo.Almudena Ávalos

En la Casa de Campo. También de la mano de Triciclo, aquí junto a de The Hat como socio, llegó la revolución gastronómica de la Casa de Campo el pasado marzo. Desde que abrieron Villa Verbena, los aledaños del lago se han vuelto el punto de reunión para quienes buscan un refugio del asfalto alrededor de una buena mesa. Si no se quiere quedar sin hueco es mejor reservar (villaverbenamadrid.com) y así poder probar sus imprescindibles carnes (a partir de 22 euros) y pescados (a partir de 23 euros), que tan bien hacen a la brasa o algunos de sus platos míticos como el canelón de rabo, salsa de setas y Pecorino trufado (18 euros). Hay variedad para picar y el entorno es idílico. Dirección: paseo María Teresa, 3.

Un clásico reciente del Retiro. A una de las zonas gastronómicas de moda como el barrio de Ibiza, encabezada por la cantidad de locales donde comer bien en la calle de Menéndez Pelayo, no le podía faltar una buena opción gastronómica rodeada de árboles con el Parque del Retiro como vecino. El nuevo Florida Park llegó para cubrir ese hueco y desde entonces reparte felicidad a quienes consiguen una mesa en los quioscos de fuera, o en la terraza de la parte de arriba. Los quioscos abren de miércoles a domingo, admiten según orden de llegada, suele haber cola y solo se puede reservar en web a partir de 150 euros.

Esta temporada han aumentado la oferta de su carta en la que no faltan sus fritos para compartir como el cazón en adobo (15 euros) o los calamares con alioli de limón (14,50 euros). En la terraza de arriba, bajo la copa de los árboles, además de tomar cócteles clásicos por 12 euros ofrecen platos como los taquitos de merluza de pincho (17 euros). Las reservas funcionan como en los kioscos. Dirección: Parque de El Retiro, paseo de Panamá s/n.

Jardines escondidos

Da igual cuántas veces se haya ido al restaurante italiano Bosco de Lobos, ubicado en el jardín del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, porque el pasillo ajardinado que conduce a su terraza adentra al visitante en otro Madrid ajeno al bullicio de la calle de Hortaleza. Entre semana el ambiente está más calmado y los fines de semana es imprescindible reservar mesa por teléfono en el 915 249 464 con varios días de antelación, e incluso semanas. Su precio medio ronda los 30 euros, en su carta italiana ofrecen opciones de entrantes o platos para picar y su pizza negra de calabaza y queso de cabra con pistachos (15,75 euros) sigue siendo una de las más demandadas. Dirección: COAM, calle Hortaleza, 63.

El Jardín de Alma. El número 207 de Arturo Soria aguarda entre árboles este restaurante que cuenta con diferentes zonas, interiores y exteriores, y distintas propuestas gastronómicas. En la parte de fuera acaban de abrir un espacio ajardinado con mesas altas y sofás con una carta más informal para picar algo. Con la misma filosofía de buen producto nacional y elaboraciones tradicionales que en su comedor, en esta zona se pueden compartir, al ritmo de música chill out de fondo, platos como la ensaladilla rusa con alma (12 euros) o el foie micuit con regañás (17 euros). Aunque en el resto del restaurante es necesario reservar, en este espacio no. Las raciones son abundantes y se pueden acompañar de cócteles a partir de 10 euros. Dirección: calle Arturo Soria, 207. Tel.: 918 965 925.

La terraza del restaurante Filandón.
La terraza del restaurante Filandón.

Filandón. Propiedad de las emblemáticas Pescaderías Coruñesas —un referente gastronómico madrileño— y ubicado en El Pardo, en este restaurante se comen pescados de la más alta calidad elaborados con precisión como sus estupendas cocochas de merluza (32 euros) o besugo a la pinta (31 euros) ambos a la parrilla. También seleccionan buenas verduras de temporada (15 euros) y ofrecen arroces para compartir: negro, con verduras o carabineros a partir de 17 euros por persona.

La acogedora decoración, el fuego como eje central del restaurante y la marca histórica de la casa hacen de este lugar una apuesta segura en cualquier época del año. El precio medio está en los 55 euros y para reservar se puede hacer a través de su página web o en el teléfono 917 343 826. La cocina está abierta ininterrumpidamente de 13.00 a 00.00 de lunes a sábado y de 13.00 a 17.00 los domingos. Dirección: carretera Fuencarral-El Pardo (M-612), 1,9 km.

Dos terrazas efímeras

Acaban de abrir dos nuevas terrazas con un tiempo limitado de existencia. Una está dentro del Museo Lázaro Galdiano, se llama Japanese Summer y está pensada como una experiencia sensorial de introducción a la cultura japonesa. Está abierta hasta el 16 de julio y se accede a ella atravesando el chinowa o anillo sagrado, recorriendo el símbolo del infinito con los pies, como hacen los nipones para dar la bienvenida al verano. Antes de llegar a la parte gastronómica hay una instalación gratuita con audio guía que invita a conectar con la naturaleza y un jardín japonés creado por el arquitecto Shuichi Kobari, director del despacho barcelonés del Estudio Toyo Ito.

Cócteles y mochis helados en el jardín del Museo Lázaro Galdiano.
Cócteles y mochis helados en el jardín del Museo Lázaro Galdiano.Almudena Ávalos

Los jueves, viernes y sábados de 18.00 a 22.00 y los domingos de 13.00 a 15.00, abren un quiosco donde la coctelería 1862 Dry Bar elabora deliciosos combinados con la ginebra japonesa Roku. El precio de cada uno es de 9 euros y lo acompañan con un mochi de helado. Los domingos a mediodía, estos cócteles se convierten en el maridaje perfecto para los menús gastronómicos que preparan, bajo reserva y a vista de los comensales, algunos de los mejores cocineros de locales japoneses de Madrid. Ya ha pasado por aquí Kobo Cortés de Ebisu by Kobos, este domingo lo harán Joaquín Serrano y Alex Fernández del restaurante Kigen Sushi y el día 11 será el turno de Yoka Kamada de Yokaloka. Todos los menús cuestan 65 euros e incluyen tres cócteles. Para probarlos es imprescindible reservar a través de la web, donde también muestran toda la programación cultural o llamar al teléfono 618 854 423, en el que también aceptan reservas para las mesas de la coctelería. Dirección: Museo Lázaro Galdiano, calle Serrano, 122.

Los veranos de La Ancha en el Hipódromo. La otra sorpresa estival la ha dado el cocinero Nino Redruello. Si ya deslumbró al crear su recomendable delivery Armando en los comienzos de la pandemia, esta vez lo ha vuelto a hacer con la apertura de una terraza en el césped del Hipódromo de la Zarzuela. El atardecer reflejado en las torres de la plaza de Castilla y el trote de los caballos compitiendo conforman el paisaje visual y sonoro con el que se disfruta de un menú preparado con platos históricos de La Ancha.

La cena comienza a las 21.30 para todas las mesas a la vez y los camareros sirven cada una de las ocho preparaciones a buen ritmo: tomates, arenques al limón, ensalada de colas de cangrejo de río, su clásica tortilla guisada con almejas, la merluza de Celeiro al horno, la carrillera de ternera glaseada, la famosa tarta de queso de Fismuler y una mousse de chocolate. Un banquete con ambiente festivo, el skyline madrileño al fondo y la emocionante recta final de las carreras en primera fila. Las reservas se hacen en su web y el precio cerrado de 65 euros incluye el menú, la bebida y entrada al hipódromo desde las 21.00 por el acceso sur VIP. Solo está abierta los jueves y sábado de julio y el 5 y 26 de agosto. Dirección: Hipódromo de la Zarzuela. Avenida Padre Huidobro s/n.

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