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Terremoto Djokovic

A Novak Djokovic se le complica tomar parte en el Abierto de Australia que empieza el próximo día 17 en Melbourne, del que es el vigente campeón y que ha ganado nueve veces. Aunque mantiene algunas esperanzas. El tenista serbio permanece retenido en el Park Hotel del barrio de Carlton, en Melbourne, donde fue trasladado sobre las 10 de la mañana del jueves (hora australiana), después de pasar la noche en una de las salas del aeropuerto de Tullamarine. Allí, los agentes de inmigración le interrogaron y finalmente le denegaron el visado con el que pretendía acceder al país, al detectar una irregularidad en la tramitación de la exención médica que le iba a permitir sortear los 14 días de cuarentena que debe afrontar cualquier persona no vacunada que llegue a Australia, como es su caso.

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La situación del número uno del tenis mundial ha encendido la polémica, con protestas de decenas de ciudadanos ante el Parlamento serbio en Belgrado y frente al hotel de Melbourne donde se encuentra el jugador. Su familia convocó una rueda de prensa y su padre, Srdjan, calificó el conflicto como “el mayor escándalo deportivo de la historia”. Describió a su hijo como “un ídolo, la luz al fondo de un túnel que no apagará la oligarquía política occidental que se cree que el mundo es suyo”. Llegó a compararlo con “Jesucristo, a quien crucificaron”. Djordje explicó que su hermano no puede cambiarse la ropa en el hotel y que las pertenencias solo le serán devueltas cuando regrese a Europa. Aleksandar Vucic, el presidente de Serbia, aseguró: “Lo que no es juego limpio es la caza política en la que todos participan, desde el primer ministro de Australia, afirmando que las reglas son iguales para todos, cuando se permitió entrar en el país a varios jugadores en las mismas condiciones que Djokovic”. El Ministerio serbio de Exteriores presentó este jueves una protesta formal de Australia en Serbia, Daniel Emery, por el “trato indecente” que está recibiendo el tenista en Melbourne.

Seguidores de Novak Djokovic apoyan al tenista a las afueras del Hotel Park, en la ciudad de Melbourne.Foto: JAMES ROSS (EFE) | Video: REUTERS

El proceso de deportación del tenista ya está en marcha, aunque sus abogados han conseguido frenarlo hasta que se celebre una audiencia en los juzgados de Melbourne el próximo lunes. El caso recae en el juez Anthony Kelly, que ha comenzado a escuchar a los abogados de Djokovic, quienes deben presentar la documentación con la que pretenden frenar la expulsión. “Si la cancelación del visado es válida, es un obstáculo insuperable para que el señor Djokovic participe en el torneo”, afirma Nick Wood, procurador del deportista.

La clave del conflicto radica en la falta de comunicación entre la Federación Australiana de Tenis y las autoridades sanitarias, que van de la mano de las fronterizas. Con tal de simplificar la obtención de los salvoconductos imprescindibles para librarse de la cuarentena, Tennis Australia creó un departamento independiente que trató los 26 expedientes recibidos sin saber ni la identidad, ni la edad ni la procedencia de los interesados que solicitaban una exención. Sin embargo, la interpretación de la ley que llevó a este panel a darle a Djokovic la luz verde desde la vertiente médica no es la misma que hicieron los agentes de inmigración que recibieron su documentación, el miércoles por la noche, a su llegada a Melbourne en un vuelo procedente de Dubai. El jugador esgrimió haber pasado la covid-19 en los últimos seis meses como eje de su argumentación, un motivo que Tennis Australia dio por bueno. No obstante, el personal del Departamento de Inmigración le cerró el paso al no encontrar esa excepción en la legislación vigente.

“Tennis Australia le comunicó que podía jugar. Eso está bien, pero es lo que opinan ellos. Nosotros recurrimos a la frontera, que es quien toma las decisiones”, concedió el primer ministro, Scott Morrison. “Las normas son las normas. Las fronteras aquí son soberanas y tienen unas normas claras, no discriminatorias. Todo lo que puedo decir es que la evidencia que presentó para obtener la exención médica fue insuficiente”, añadió.

En medio del galimatías, emergieron dos cartas que el departamento de Sanidad mandó a Craig Tiley, el director de Tennis Australia, el 18 y el 29 de noviembre. En ambas, las autoridades le hacían a Tiley una advertencia que tras los últimos acontecimientos suena a premonitoria. “Las personas que han contraído la covid-19, que quieren entrar al país y que no han recibido las dosis de la vacunación no están consideradas como completamente vacunadas”, recogía el primero de los escritos, firmado por Lisa Schofield, primera secretaria del Departamento de Sanidad, y que dejaba muy claro que esos casos “no recibirán la aprobación para librarse de la cuarentena, sin importar que hayan recibido exenciones en el extranjero”.

Para poder sortear el aislamiento, cualquier solicitante debe responder al perfil de “completamente vacunado”. En la segunda carta, es el ministro de Sanidad, Greg Hunt, quien reitera: “Las personas que no cumplan con la definición de vacunación completa no recibirán la aprobación para ingresar en el país sin hacer cuarentena, independientemente de si han recibido exenciones de vacunación en el extranjero”.

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