CIUDAD DE PANAMÁ- Alrededor de 300 “diablos”, una de las representaciones más antiguas de Panamá que dramatiza el “bien” y el “mal” de la religión católica, recorrieron este domingo el colonial Casco Antiguo de la capital panameña bailando al ritmo de cascabeles y tamboritos.
Vestidos con el colorido disfraz y su terrorífica máscara, los centenares de diablos danzaron por las principales calles del Casco Viejo de Ciudad de Panamá, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1997, mientras “asustaban” a los presentes, en el marco del II Festival de Diablos.
“Ellos (los diablos) son una forma en la cual nuestro folclor se ha diversificado”, dijo a EFE Alexander Alarcón, uno de los organizadores del festival.
Alarcón explicó que existen distintos tipos de diablos según la región de Panamá y “cada uno tiene una danza, una música y una razón de ser diferente pero todo fue en base a la evangelización de la cultura”.
Este domingo danzaron cuatro tipos de diablos: Diablo Congo o tun tun, Diablo Espejo, ambos oriundos de Colón (Caribe y zona con gran población afrodescendiente), Diablico Sucio de la Villa de Los Santos (en el oeste de Panamá y popularmente asociada con una mayor cultura española), y el Gran Diablo de la Chorrera (provincia contigua la capital panameña).
“Represento al opresor español, que reprimía a los esclavos en su tiempo”, contó a EFE Adrián Escobar, de 28 años, uno de los bailarines que simboliza al diablo tun tun mientras se preparaba antes de comenzar el festival, organizado por el Ministerio de Cultura.
Escobar, con una larga tradición familiar en los bailes populares, detalló que la danza “va de acuerdo con la música de los congos (uno de los bailes más populares de las costumbres de los afrodescendientes del caribe panameño), que es especial, solo es del diablo tun tun”.
BAILES Y EVANGELIZACIÓN: CÓMO APARECIERON LOS DIABLOS
Los diablos son una de las tradiciones más arcaicas de Panamá que data de la época colonial cuando los españoles evangelizaban a los indígenas “dramatizando”, por medio de bailes con disfraces de grandes máscaras decoradas con plumas y afilados dientes, quien era “bueno y malo”, según Alarcón.
“La primera (danza) fue el diablico sucio, que era de tela blanco pintada con achiote (planta común en Panamá de la que se saca un colorante rojo natural) y carbón”, agregó Alarcón en la Plaza Catedral del Casco Antiguo, lugar que fue epicentro del festival.
Tras “la llegada de los negros apareció la danza del diablo tun tun o congo, que es mayoritaria en estas fechas porque su manifestación de hizo en Semana Santa, entonces al finalizar la semana está más vinculada al Corpus Christi, también fue declarada por la Unesco como herencia inmaterial de la humanidad”, añadió.
Los diablos son una costumbre cultural de Panamá que se celebra antes y durante el Corpus Christi. También son comunen de otros países de Latinoamérica, como Venezuela.
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