SAN SALVADOR – Una célula de la pandilla Mara Salvatrucha (MS13) utilizó el Pacífico de El Salvador para traficar hasta 30,000 dólares mensuales en drogas, aseguró este martes un testigo clave de la Fiscalía en un juicio masivo contra miembros de esta estructura y supuestos testaferros.
El Juzgado Especializado de Sentencia “A” de San Salvador reanudó este martes el juicio contra 426 imputados, incluidos varios líderes históricos de la estructura, tras la suspensión del lunes por problemas de salud del testigo.
“Noé”, exmiembro de la máxima estructura de dirección de la MS13 en el país que aceptó declarar contra sus compañeros a cambio de beneficios judiciales, aseguró que la célula “Acajutla Locos” recogía la droga, que previamente era lanzada al agua, mediante lanchas.
Señaló, sin detallar las fechas ni quienes eran sus proveedores, que los cargamentos eran trasladados desde Guatemala, donde también compraban armas de fuego.
De acuerdo con el testigo, los fondos obtenidos por la venta de esta droga eran utilizados para la compra de armas y ayudar económicamente a los pandilleros presos.
“Noé” sostuvo que este grupo de la MS13 también utilizaba el dinero para comprar camiones para trasladar mercadería, alquilar otras embarcaciones para continuar con el tráfico de drogas y abastecerse con gasolina.
También reveló que un líder de otra célula recibió entrenamiento militar de un oficial del Ejército, al que le pagaban 500 dólares por sesión y les permitía ingresar a un polígono de tiro militar, para convertirse en francotirador.
No obstante, no señaló la identidad del militar y tampoco explicó si las autoridades del Ministerio de la Defensa conocían sobre esta situación.
Una representante de la Fiscalía General de la República (FGR) aseguró a la prensa que este es un juicio “histórico” contra la MS13 por la cantidad de miembros procesados y por el golpe que supuso a sus finanzas y organización la operación que dio pie al proceso.
La declaraciones de “Noé” durante este juicio también han dejado al descubierto los supuestos pactos entre los partidos políticos y las pandillas en El Salvador.
Una de las primeras revelaciones del testigo fue la supuesta entrega de 69.000 dólares por parte del alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, a cambio de votos en las elecciones municipales y legislativas de 2015.
De acuerdo con “Noé”, la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) también entregó a las pandillas en las elecciones de 2014, en las que triunfó el expresidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), un total de 156.500 dólares en seis entregas.
Este es el segundo juicio en el que Arena y FMLN son vinculados con las pandillas, el primero fue en 2017.
Una de las revelaciones más importantes de “Noé” es la supuesta negociación entre el actual presidente del Congreso, Norman Quijano, y líderes de pandillas un día antes de la segunda vuelta de los comicios presidenciales de 2014.
Quijano, también diputado de Arena, desmintió “totalmente” los señalamiento mediante una publicación en su cuenta de Twitter.
“Nunca participé en reuniones con pandillas y nunca ofrecí un millón de dólares”, subrayó el político.
Estas bandas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a diferentes planes de seguridad de encarcelamiento masivo, confrontación directa y diálogo de los últimos cuatro Gobiernos.
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