Los intentos de Texas, Florida, Carolina del Sur y otros estados por lograr una reapertura económica más completa se han convertido en un boomerang.
A medida que los nuevos casos de coronavirus aumentan en Texas y Florida, las autoridades de ambos estados ordenaron el viernes que los bares vuelvan a cerrar e impusieron más restricciones a los restaurantes, en un revés a los esfuerzos por abrir sus economías durante la pandemia.
El gobernador Greg Abbott dio a los bares de Texas hasta el mediodía del viernes para que cierren, mientras que el Departamento de Negocios y Regulación Profesional de Florida pidió que dejaran inmediatamente de servir alcohol.
A través de Twitter, Abbot publicó un comunicado en el que señaló que la decisión se produce debido a que la cantidad de personas con un resultado positivo a Covid-19 y la cantidad de hospitalizaciones, aumentó por encima de 10%.
“Como dije desde el principio, si la tasa de positividad aumentara por encima del 10%, el Estado de Texas tomaría más medidas para mitigar la propagación de Covid-19“, dijo el gobernador texano.
Taking executive action to contain the spread of #COVID19.
More information: https://t.co/P6Ak08plcn pic.twitter.com/TjRHa06nw9
— Gov. Greg Abbott (@GovAbbott) June 26, 2020
Los anuncios marcaron un importante paso atrás de ambos estados, dos de los más grandes y primeros en reabrir la economía, y un reconocimiento de que las cifras de infecciones habían crecido demasiado como para no hacer nada.
Florida anunció el viernes 8 mil 942 nuevos casos de Covid-19, un salto desde el récord previo de 5 mil 511 nuevos contagios del 24 de junio. El total de casos en Estados Unidos estableció un récord diario el jueves de 40 mil 751.
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Los intentos de Texas, Florida, Carolina del Sur y otros estados por lograr una reapertura económica más completa se han convertido en un boomerang, con un resurgimiento de casos que ahora está cambiando la naturaleza de la pandemia y que probablemente pondrá a prueba la fuerza de cualquier rebote económico más amplio en Estados Unidos.
Texas había estado a la vanguardia de los estados que eliminaron las restricciones diseñadas para controlar la pandemia. Permitió que los bares reabrieran en mayo, cuando la gente ignoró las reglas de distanciamiento social y celebró durante el fin de semana del Día de los Caídos.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, criticó el viernes a los estados que reabrieron sus economías antes de controlar el coronavirus, diciendo que había “evidencia innegable e irrefutable” de que cometieron un error.
When New York needed it, our fellow states answered.
We’ll never forget that generosity and we are going to pay it forward.
We are reaching out to Florida, Texas, Arizona and other states with high COVID infection rates to offer any assistance we can.
— Andrew Cuomo (@NYGovCuomo) June 26, 2020
Cuomo, un demócrata, dijo en una reunión informativa que los estados que siguieron la orientación de la Casa Blanca están viendo ahora un pico en los casos, argumentando que Nueva York fue capaz de tener el virus bajo control al tomar lo que él llamó un enfoque científico, en lugar de uno político.
“Lo que está pasando en este país es ahora aterrador y revelador al mismo tiempo”, dijo Cuomo. “Yo digo que es hora de que Estados Unidos despierte y mire los hechos innegables.”
También informaron de aumentos récord de casos esta semana Alabama, Arizona, California, Idaho, Misisipí, Missouri, Nevada, Oklahoma, Carolina del Sur y Wyoming.