¡Ay de la hija que voluntariamente se pone en el camino de una madre difícil! En la alegoría del horror posparto de Angela Gulner El Beldhamla nueva mamá Harper (una trascendente Katie Parker) llega con su recién nacido a la casa chirriante y a medio renovar de su madre Sadie (Patricia Heaton). Los detalles son confusos, pero Harper ha sufrido algún tipo de ataque de psicosis por el que casi se mete en el tráfico con su hija. Pero durante la recuperación, las cosas se vuelven más extrañas para ella, mientras lucha por avanzar lentamente hacia la estabilidad.
El Beldham Es más cautivador como drama que como horror. Lo primero se logra gracias al esfuerzo hercúleo de Parker en el centro de la película, equilibrando una actuación dividida entre la locura y la desesperación. Su relación con Sadie se define por la agresión pasiva, su conversación persistentemente forzada y la actitud de su madre hacia ella rayana en el abuso. Más confusa que el extraño comportamiento de Sadie es la repentina aparición de Bette (Emma Fitzpatrick), una asistente cuya excesiva calidez parece desmentir otra serie de secretos.
Los elementos de terror aquí dependen de su punto de vista dentro de la cabeza de Parker, lo cual lo hace bastante bien. Como el padrenos vemos obligados a centrarnos únicamente en lo que está dentro del marco en un momento dado. Pero también hay una desafortunada corriente de clichés: personajes arrastrados repentinamente por una fuerza invisible, moretones misteriosos, apariciones extrañas e inexplicables de figuras espantosas. El toque de Gulner por lo atmosférico y dramático es fuerte, pero la película falla en el uso de elementos de terror para presentar su historia central.
Beldham triunfa emocionalmente a pesar de sus elementos de terror convencionales
Al llegar a la casa de su madre, Harper nota una extraña plétora de pájaros negros que se posan por toda la casa. Nadie más parece darse cuenta o importarle. A su inquietud se suma el hombre tranquilo y severo con el que sale su madre (Corbin Bernsen). Entre Frank y Bette y la confluencia de pájaros, se siente como si las paredes se acercaran continuamente a Harper. Las cosas se vuelven más extrañas cuando Harper se convence de que una vieja y demacrada mujer pájaro la persigue por los pasillos chirriantes, lo que sólo exacerba la idea de que en realidad no se ha recuperado de su psicosis posparto.
Como en El bebe de romerola protección de Harper sobre su hija se ve agravada por la aparente obsesión de todos por llevársela. Después de un evento particularmente extraño en el sótano polvoriento, Harper es encerrada dentro de su habitación durante una semana hasta que pueda arreglárselas “sin incidentes”. Para hacer que la confusión parezca aún más palpable, Gulner filma todo ligeramente descentrado, una fuerte elección cinematográfica que induce náuseas persistentes. La música de Stephen Limbaugh es uno de los puntos culminantes de la película, una pieza musical realmente desconcertante pero hermosa.
La película funciona gracias a Parker, pero, quizás irónicamente, la persona más famosa de este grupo casi la hunde. Heaton es tan inexpresiva y dormida que resulta difícil identificarse con la lucha de su personaje, lo cual es un verdadero problema considerando algunos de los giros del tercer acto. Los cuales, cuando llegan, abarcan desde giros obvios hasta revelaciones genuinamente inquietantes. A pesar de la actuación de Heaton, el giro final de la película logra ser aterrador y profundamente conmovedor.
Gulner, que tiene otros cinco créditos como escritor pero dirige aquí por primera vez, es un cineasta robusto con un sólido sentido del ritmo y el tono. Con El Beldhamha elaborado un escrito inteligente cuyo final recontextualiza toda la película en un destello magnético. Nos enfrentamos a dos giros, uno que, lamentablemente, está telegrafiado desde bastante lejos; el otro, una bola de demolición de un peso emocional asombroso. Dentro de esta casa embrujada hay una parábola sobre el trauma heredado, la alegría y el dolor poco comunes de la maternidad y cuán intrínsecamente estamos conectados con la tierra.
- Fecha de lanzamiento
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3 de octubre de 2024
- Tiempo de ejecución
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85 minutos
- Director
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Angela Gulner
- productores
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Randy Wayne, Mark Meir
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Corbin Bernsen
Sin acreditar
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