En internet los retos virales son muy famosos. Hay algunos que tienen un fin positivo para la sociedad, como el Ice Bucket Challenge que ayudó a recaudar fondos que han sido destinados a la investigación y a ayudar a los pacientes que sufren de ELA. Pero también hay otros tan estúpidos e insensatos como el que se está poniendo de moda últimamente: el Tide Pod Challenge.
Los adolescentes se están sumando en masa al Tide Pod Challenge sin ser conscientes de los peligros que esto puede tener para sus propias vidas. Porque el Tide Pod Challenge consiste en grabarte con el teléfono móvil mientras masticas una pastilla de detergente (de las que se usan para lavar la ropa o los platos sucios) y compartirlo en tus redes sociales, aunque hay incluso quien se ha atrevido a elaborar una receta de cocina con ella. Algo que los protagonistas de estos vídeos pueden considerar una travesura más, pero que puede acarrear consecuencias muy graves para su salud…
Los expertos han salido rápidamente al paso de este comportamiento, alertando a la población de lo peligroso que puede llegar a ser el Tide Pod Challenge. Y es que, recuerdan, las pastillas de detergente están hechas con sustancias químicas tóxicas: “Es jabón lo que estos jóvenes se están metiendo en la boca. Incluso si sólo muerden la pastilla y la escupen, la mínima cantidad de detergente que puede entrar en el estómago puede provocar vómitos y diarrea. Incluso podría llegar a los pulmones y desembocar en afecciones respiratorias”.
El origen del Tide Pod Challenge se remonta al mes de marzo del año pasado, cuando la web de humor College Humor subió un vídeo en el que un estudiante simulaba comer pastillas de detergente porque por sus colores parecían caramelos. Desde entonces, la Asociación Americana del Control de Envenenamientos avisa de que se han registrado más de 10.000 intoxicaciones por la ingesta de detergente.
Además de los vídeos de los participantes en el Tide Pod Challenge, también se está viendo una avalancha de memes y vídeos que consideran que esta moda es una tontería. Y se suman a la advertencia: “¡Dejad de ser tan estúpidos!”.