¿Tienes sed a menudo? Podría ser el síntoma de esta enfermedad

Mantener una correcta hidratación bebiendo agua a lo largo del día es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. La recomendación de beber un buen vaso de agua incluso entre horas, de hecho, no solo es válida en verano cuando seguramente se pierden más líquidos sino que es una buena práctica a aplicar los 365 días del año. Por otro lado, según los expertos, tener mucha sed y frecuencia puede ser síntoma de que algo no está funcionando bien. Descubramos a continuación la enfermedad que podrías sufrir si constantemente tienes sed.

¿Tienes sed a menudo? Podrías sufrir esta enfermedad

Cuando una persona tiene mucha sed, y además de manera constante, hablamos, en concreto, de polidipsia , y es una condición que forma parte de la sintomatología más común ligada a la diabetes. Esta patología, de hecho, está ligada a niveles elevados de azúcar en sangre y entre las señales que nos envía el organismo está precisamente la de la sed. Entre otras cosas, es uno de los síntomas iniciales que, por tanto, es importante saber interceptarlo y reconocerlo con antelación para poder intervenir para gestionar mejor cualquier situación de diabetes .

Ojo, sin embargo, no debemos hacer alarmas innecesarias: tener el estímulo de la sed, en el espacio de un día, es absolutamente normal. Es la señal que nos dice que cuidemos el cuerpo porque siente la necesidad de rehidratarse dado que aunque sepamos que tenemos que beber al menos 8 veces de agua al día, pocas son las personas que lo hacen. Sin embargo, el agua cumple varias funciones, como regular la temperatura corporal y favorecer la eliminación de desechos. Por otro lado, una sensación de sed que es más violenta de lo habitual y continúa, incluso cuando ya sueles beber regularmente, debe ser motivo de preocupación.

Acompañada a menudo de sequedad de boca -temporal o persistente- y de la necesidad cada vez más frecuente de orinar, la polidipsia se convierte entonces en una llamada de atención . De hecho, esta es causada por un nivel excesivo de azúcar en la sangre y, si se descuida, puede dañar gravemente el sistema renal.

Por eso, es mejor que contactes con tu médico o un especialista para que investigue tus condiciones e intervenga tanto si es necesario iniciar una terapia farmacológica como si es suficiente para corregir algunos hábitos, especialmente en la mesa. También debes tener en cuenta si en tu familia hay casos previos de diabetes (dado que la diabetes mellitus puede tener un factor hereditario), si es así y además sufres esta constante necesidad de beber, es posible entonces que tú también hayas desarrollado la enfermedad.


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