La afición por comer sushi es algo que se ha extendido en todo el mundo desde hace algún tiempo: inicialmente considerado un alimento exótico y «cool», el sushi se ha convertido en parte de los hábitos alimenticios de miles de personas, también gracias a la presencia de restaurantes de sushi en muchas ciudades, no solo grandes sino también las más pequeñas, pero ¿por qué el sushi, un alimento tan alejado de nuestras costumbres, es tan popular? Y sobre todo ¿por qué hay personas que tienen siempre antojo de sushi?.
¿Qué significa tener antojo de sushi?
La motivación por comer sushi no se encuentra únicamente en su particular sabor, sino también en nuestra mente: los pescados tienen músculos mucho menos fuertes que las aves de las que estamos acostumbrados a comer su carne, por lo que es su textura delicada y ligera, la que nos recuerda a la comida de nuestra infancia como las papillas o el puré de patatas que nos hacía nuestra madre. Muchas personas también son sensibles, probablemente sin saberlo, al efecto de los Omega3 , que son útiles contra la depresión y traen buen humor.
Detrás de tu manía por el sushi, por lo tanto, podría haber otras razones además de la simple pasión por el pescado crudo : la mala noticia, sin embargo, es que no es un alimento tan dietético como parece.
Los riesgos de comer sushi
Que el sushi sea un alimento ligero es un falso mito : en realidad contiene muchos azúcares y pocas proteínas, parece saciar pero en realidad, como todos los alimentos con alto índice glucémico , hace que el estímulo del hambre se revierta al poco tiempo. También es muy calórico: un pequeño rollo hecho con cangrejo, mayonesa y aguacate aporta 35-40 kilocalorías, mientras que un nigiri sushi llega a las 65-70.
Además, siempre debes tener en cuenta que estás consumiendo alimentos crudos : para liberarlo de la contaminación por parásitos, debe sacrificarse durante al menos 24 horas a una temperatura que no supere los 20 grados . Por eso es importante consumir sushi solo en lugares que te den garantía y confianza: Anisakis, uno de estos parásitos, puede provocar problemas intestinales que pueden ser graves: náuseas, dolor abdominal, fiebre, vómitos y, en los casos más graves, hemorragia interna, peritonitis, obstrucciones intestinales. El síndrome no siempre es tratable con medicamentos: a veces es necesario extirpar las larvas quirúrgicamente.
Para evitar la invasión de las larvas, es obligatorio almacenar el pescado a una temperatura certificada. Alternativamente, se puede cocinar, pero se perdería el sentido ontológico que tiene el pescado crudo.
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