Trump “es un racista, él está enfermo” y ahora es un hipócrita, señala Meyer; positiva, la denuncia por terrorismo en Estados Unidos, dice Aguayo.
Patrick Crusius, de 21 años, causó terror el pasado sábado en el centro comercial Cielo Vista de El Paso, en Texas, cuando oculto tras unas gafas y con protectores auditivos, disparó contra cualquier persona que se cruzara en su camino y provocó la muerte de 20 personas, entre ellos 7 mexicanos. Poco antes, en un texto que se le atribuye, dijo que era una “respuesta a la invasión hispana de Texas”. Se refirió a los inmigrantes como “los instigadores”, y dijo que haría lo propio para hacer que volvieran a sus países de origen. “Los inmigrantes pueden regresar a sus países si se les dan los incentivos necesarios. Lo que yo voy a hacer es eso”, anunció.
En la Mesa Política de este lunes, Sergio Aguayo señaló que se trata de la exacerbación de la xenofobia y el clima antimexicano en EU, que alimentó una franja de la ultraderecha. Pero el sentimiento antimexicano no es desde ahora, recordó.
En esta ocasión, dijo, es novedoso el anuncio de la SRE sobre que están analizando interponer una denuncia por terrorismo en Estados Unidos, pues es “muy positivo que lancemos la señal que el gobierno de México defiende a sus connacionales”.
“Parece bien el cambio de discurso y la determinación de empezar a meter el tema en la agenda, estoy de acuerdo con el discurso y el deseo de no intervenir en los asuntos internos de otros países pero como está en juego la defensa de mexicanos en EU, México sí tiene el derecho de intervenir para que se corrijan los factores que provocaron la muerte de mexicanos“, sostuvo.
Rememoró el operativo Rápido y Furioso con el que se toleró el envío de armas de alto poder de EU a México, un caso que podría retomar la actual Fiscalía General de la República.
Al respecto, el historiador Lorenzo Meyer destacó que “aquí lo que sale de relieve es eso que se ha dado en llamar como el nacionalismo blanco”.
“Cuando se usa este término en EU no es un nacionalismo nortearmericano es un nacionalismo ario, trasciende fronteras, se refiere a los blancos en general que se sienten amenazados,
es un temor a ir perdiendo la capacidad de imponerse sobre otras regiones, otras naciones”, acotó.
Apuntó que en EU hay temor a la migración latina, y en particular al país vecino, México, sobre todo por la presencia cada vez mayor de mexicanos.
“Lo que sucedió en El Paso es una cristalización de un sentimiento que no es propio de un joven desquiciado, que es lo quiere señalar Trump, que es un problema que tendría que verlo los psiquiatras, es un problema realmente profundo y que toca a todas las capas de Norteamérica”, sostuvo.
El tiroteo muestra “el extremo de algo que prevalece en muchas capas de los Estados Unidos y en personas como Trump”.
Anotó que el Paso tiene una población básicamente hispana y preguntó cuántas armas de asalto se supone que hay entre los civiles de Estados Unidos.
“La cifra varía entre 5 y 10 millones de rifles de asalto, lo que nos dice que hay más rifles de asalto entre los civiles que en el Ejército norteamericano”, indicó.
“Cuando Andrés Manuel dice que no somos vecinos distantes, pero somos muy diferentes y con una estructura de poder que nos hace muy dependientes y muy vulnerables”, afirmó.
Para Meyer, Trump “es un racista, él está enfermo“; “personas como Trump son representantes de esta locura, pero esta locura es masiva… (por ejemplo) esas regiones que votan por Trump”. En este caso, “desde luego que es un hipócrita” pues él es un “racista pero se defiende diciendo que no tiene un hueso de racista”.
Por último el historiador anotó que el tiroteo fue hecho por alguien que “vino a hacer su matanza diciendo que había una invasión, que él estaba formando parte de una resistencia a la invasión y esta idea de que están siendo invadidos lenta, silenciosamente por el enemigo… eso está tan arraigado en una parte de la población norteamericana que no sé si algo como lo ocurrido en el Paso sea suficiente para ponerlos a razonar”.