Todas las cremas solares sometidas a examen por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su análisis anual -35 en total- cumplen con la normativa y tienen el factor de protección solar (SPF) que anuncian en su etiquetado. Así lo explicó este lunes la asociación a través de un comunicado en el que precisó que, por primera vez en los últimos cuatro años, ninguno de los productos analizados presenta problemas de seguridad, hecho que calificó de «buena noticia» para los consumidores.
En concreto, en su estudio OCU ha analizado 35 productos de tres segmentos diferentes: lociones/leches corporales de SPF 30 (con nueve productos), espráis de SPF 30 (con 11 productos) y productos para niños, de SPF 50/50+ (con 15 productos). La OCU ha sometido los productos analizados a pruebas en laboratorios acreditados para la determinación cuantitativa tanto del SPF, que mide la protección frente a la radiación ultravioleta B (UVB) como de la protección frente a la radiación ultravioleta A (UVA).
En lo referente a la determinación del SPF ha seguido la norma ISO 24444-2010 y en el caso de los rayos UVA, la norma ISO 24443-2012. Además ha llevado a cabo un test de uso por parte de un panel de usuarios, en condiciones controladas, con el fin de conocer aspectos cualitativos como la comodidad del envase, la facilidad de extensión, el color que deja el producto sobre la piel, la rapidez de absorción, el tacto o el perfume.
Por último, se ha llevado a cabo una revisión del etiquetado y de los ingredientes, “penalizando” aquellos cuya presencia no resulta “recomendable” y entre los que la organización hizo referencia a las fragancias alergénicas en los productos dirigidos a los niños.
OCU se felicitó al comprobar que todos los productos analizados cumplen con una normativa que, defendió, “tiene como objetivo garantizar la salud y la seguridad de los consumidores”. Asimismo, destacó el “efecto positivo” que, a su entender, tiene para los consumidores la realización de análisis comparativos “independientes” y que “de forma rigurosa sirven para testar el cumplimiento de la normativa”.
Como novedad, OCU ha incorporado este año una valoración cualitativa del impacto medioambiental de los componentes de las cremas solares y, en este sentido, todos los productos analizados contienen, “en mayor o menor medida”, ingredientes “potencialmente perjudiciales” para el medio ambiente.
Por esta razón, hizo un llamamiento a todos los fabricantes a los que instó a hacer un “esfuerzo” para mejorar el impacto ambiental de sus productos y a llevar a cabo una “sensible mejora” que, en el futuro, haga “compatible” la protección de los consumidores frente a las radiaciones solares y el respeto al medio ambiente.