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Todo el mundo está colocando laurel en esta parte de la casa y tiene sentido. Tienes que probarlo

El laurel es una planta aromática con multitud de usos en la cocina. Además, desde la antigüedad se le atribuyen propiedades esotéricas, razón por la cual muchas civilizaciones del área mediterránea lo han utilizado a modo de amuleto para atraer la buena suerte y ahuyentar las malas energías. Se trata de una planta con un significado muy especial. Si tú también quieres beneficiarte de las propiedades esotéricas del laurel, debes colocarlo en una zona concreta de la casa.

El mejor sitio para colocar una rama de laurel fresca es el marco de la puerta de la entrada para atraer energías positivas y hacer un llamamiento a la abundancia, tanto para ti como para toda las personas que te visiten. Además, de esta forma el laurel brinda protección.

En la filosofía del Feng Shui, la cocina es uno de los espacios más importantes del hogar. Un espacio vital para la prosperidad y la salud. La mejor forma de potenciar las buenas energías es colocar hojas de laurel en frascos de cristal dentro de la despensa.

Si tienes una zona de trabajo en casa, también puedes colocar un frasco de cristal con hojas de laurel en su interior para atraer las buenas energías que impulsen la productividad, la inspiración y el éxito a nivel laboral.

Limpiar la casa con laurel

Durante siglos, las hojas de esta planta se han utilizado para limpiar la casa de malas energías. Hoy en día, continúa siendo uno de los elementos que más se utilizan para este fin ya que se le atribuyen propiedades protectoras, purificantes y curativas.

Se considera una planta protectora, así que mucha personas lo usan como amuleto para ahuyentar las malas energías. Si por algo es bien conocido el laurel es porque ayuda a eliminar todo lo negativo. Además, contribuye al bienestar de las personas cuando sufren síntomas de malestar  a consecuencia de las malas energía.

La mejor forma de limpiar la casa con laurel es mediante la quema de las hojas. Un ritual que ya existía en la Antigua Grecia y que resulta muy efectivo. Lo primero es coger una cazuela vieja que ya no vayas a utilizar para cocinar. Pon en el interior varias hojas de laurel y quémalas. Una vez estén ardiendo, ve paseando por toda la casa para que las habitaciones se impregnen del humo purificador, creando un entorno de protección y eliminando las malas energías. Puedes hacer este ritual una vez al mes.

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