Hay un alimento en el fregadero que todo el mundo está echando por este motivo, ha pasado de ocupar un espacio en la cocina, a usarse para limpiar. Volvemos a los tiempos pasados, a aquellos años en los que parece que lo tradicional se ha vuelto a llevar, es más cómodo y fácil de usar. Lo que toda la vida se ha usado para limpiar vuelve, como hacían nuestras abuelas sin tantos productos químicos y con unos resultados que saltan a la vista. Toma nota de lo que todo el mundo está echando en el fregadero.
El alimento que todo el mundo está echando al fregadero
El fregadero es uno de los lugares de la casa que acumula más suciedad. Aunque no lo parezca, por él pasan restos de comida que pueden quedar atrapados y provocar un cierto olor. Una cantidad de olor que provoca la comida en descomposición puede ser variable, dependiendo de lo que tiremos por este lugar o del tipo de alimentos que pasen por él.
De toda la vida, incluso antes de la llegada de los lavaplatos, el fregadero se ha llevado una atención especial. Con la llegada de estos elementos que han acabado siendo los que marquen la diferencia, los restos de comida que irán desapareciendo con el paso del tiempo, tienen los días contados, pero sobre todo el olor que más molesta en la cocina.
La sal se ha convertido en el alimento que todo el mundo está echando en el fregadero. Es el producto que acabará con hongos o bacterias, los principales causantes del mal olor y lo hará con una acción química que esté elemento es capaz de conseguir. Para poder usarla correctamente debemos tener en cuenta algunos aspectos claves.
Mezclamos ½ taza de bicarbonato de sodio con ¼ de taza de sal, colocamos esta mezcla directamente en el desagüe. Dejaremos que actúe durante unos 5 minutos, será suficiente para poder comprobar sus efectos sobre el desagüe y cocina que seguro que empezará a oler mejor después de este truco.
A continuación, añadimos una taza de vinagre y dejamos que la química haga efecto. Dejamos actuar durante unos 30 minutos, después limpiamos el fregadero de forma habitual. Repetimos la operación una o dos veces a la semana para poder ver en primera persona los efectos de esta mezcla.
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