El melasma es un tipo de hiperpigmentación benigna muy frecuente en mujeres. Nueva de cada diez mujeres se ven afectadas por esta alteración en la piel ya que su aparición está estrechamente relacionada con un factor hormonal. Aunque su origen es multifactorial, algunos de los factores desencadenantes son: el embarazo, el uso de anticonceptivos o terapia hormonal sustitutiva, y una exposición solar excesiva.
“Actualmente existen procedimientos médicos que pueden ayudar a atenuar significativamente la intensidad de la pigmentación, como por ejemplo el láser, peelings, y otros tratamientos tópicos, como el tratamiento médico ‘dermamelan’ de mesoestetic”, explica a MD Mari Carmen Vaquero Santos, Product manager de la firma. dermamelan, a diferencia de los otros procedimientos, cuenta con una acción dual, que además de eliminar el pigmento acumulado en la piel, actúa sobre el origen del problema para mantener la sobreproducción de pigmento bajo control y evitar su reaparición a largo plazo”.
Sin embargo, una de las principales medidas para la prevención y evitar la reaparición del melasma es el uso correcto de protectores solares. La fotoprotección diaria y la protección física/barrera (gafas, sombrero) cuando la radiación solar es muy intensa son imprescindibles para evitar la reaparición.