Muy probablemente, a lo largo de los últimos meses hayas escuchado hablar acerca de un nuevo compuesto o sustancia que está ganando terreno en el ámbito de la cosmética y el cuidado personal. Hablamos del ácido succínico, y debes conocer todos los beneficios que aporta a tu piel.
Lo primero que debemos destacar es que, si bien estamos experimentando algo así como un auge del ácido succínico, debes saber que, en realidad este producto lleva años utilizándose en la medicina, como complemento o refuerzo luego de realizadas intervenciones quirúrgicas o peelings.
En efecto, a este ácido se le reconocen una serie de virtudes que resultan realmente útiles ante tales circunstancias, como por ejemplo el control de las glándulas sebáceas y sus segregaciones, como así también la protección frente a agresiones externas, entre ellas la contaminación.
Efecto antiedad
Pero si coincidimos en que el ácido succínico contiene propiedades antiedad, antiacné y otras muy valoradas en lo que al universo de la cosmética refiere, ¿cómo es posible que la mayoría de las personas ya lo estuviera incorporando a sus cuidados sin siquiera ser consciente de ello?
Lo que ocurre es que el ácido succínico se encuentra naturalmente en algunas de las frutas que consumimos a diario, sobre todo cuando éstas aún no están maduras, ya que su porcentaje disminuye con el paso de los días, a medida que dejan de estar verdes o inmaduras.
Por otro lado, el ácido succínico se obtiene del ámbar, o de la fermentación de algunas bebidas de consumo masivo, como el vino o la cerveza, por lo que es menos exótico de lo que pensaríamos.
Su uso en la cosmética
En la medicina y la cosmética moderna, se suele sugerir a personas que deben o quieren iniciar un tratamiento contra el acné o envejecimiento de la piel, pero que a su vez sufren de sensibilidad en este órgano, por lo que previamente han descartado alternativas como el ácido salicílico.
En comparación con aquel, podemos decir que el ácido succínico no sólo es menos agresivo, sino que además suma algunos beneficios antimicrobianos, por lo que poco a poco está reemplazándolo.
Antioxidante de gran eficacia, el ácido succínico combate los indicios del estrés en la piel, y consigue prevenir los efectos de los radicales libres, neutralizándolos antes de que sea tarde.
Quienes tengan malos hábitos, como el tabaco o la exposición al sol en horas de riesgo, pueden hallar en el ácido succínico un aliado indispensable para reducir los signos de las malas costumbres.
Sin llegar a resecar la piel, el ácido succínico la protege y mantiene en mejor condición.
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