La escuela Midland, ubicada en California, imparte clases en un entorno campestre y los estudiantes cuentan con mucho espacio para el distanciamiento social.
A medida en que las escuelas de Estados Unidos deciden si los estudiantes regresan a las aulas o mantienen clases en línea, un pequeño internado en el sur de California ya ha decidido traer a sus estudiantes de regreso para su aprendizaje al aire libre habitual.
Esto se debe a que los estudiantes de Midland School en Los Olivos, al norte de Santa Bárbara, ya aprenden al aire libre. Con un campus de mil 133 hectáreas, hay mucho espacio para el distanciamiento social ya que toda la escuela tiene solo 85 estudiantes.
“Es muy emocionante, pero a la vez desalentador”, dijo Christopher Barnes, el director de la escuela.
Aún así, Barnes considera que a pesar de todas sus ventajas, todavía hay muchos desafíos, incluso en Midland, para llevar a los estudiantes de regreso a las aulas.
“Así que tenemos que pensar con mucho cuidado en esos momentos en los que necesitamos congregarnos, ya sea en clase, utilizando instalaciones, el servicio de alimentos. Pero también tenemos la oportunidad de mantener el distanciamiento físico con bastante facilidad y tenemos la capacidad de estar afuera y enseñar e interactuar con los estudiantes y el aprendizaje de los estudiantes en un ambiente al aire libre, algo que hemos estado haciendo durante décadas y estamos muy emocionados de continuar “.
A diferencia de muchos internados en Estados Unidos, que tienen una combinación de estudiantes de día y internos, todos los estudiantes de Midland y más de la mitad de los decentes viven en el campus.
La escuela tampoco cuenta con personal de limpieza o mantenimiento, sino que los estudiantes y los profesores lo hacen juntos, incluido el cultivo de sus propios alimentos y los estudiantes encienden fuegos para hacer agua caliente para las duchas.
“Tengo muchas ganas de volver a Midland en persona”, dijo Raymond Carr, un estudiante de Midland que afirma no tener miedo de volver a la escuela.
“Creo que regresar a Midland específicamente sería mejor que quedarse aquí en casa debido al aislamiento que tenemos allí y que todos viven allí. Cuando estoy en casa, mis padres van a trabajar y mi familia entra y sale, así que creo que estoy mucho más expuesto aquí que allí “.
Barnes entiende que su escuela, donde la matrícula completa supera los 62 mil dólares (1.3 millones de pesos), se encuentra en una posición privilegiada y única en comparación con la mayoría de las otras escuelas, especialmente las escuelas públicas, que podrían no ser capaces de incorporar medidas de seguridad similares para que sus propios estudiantes vuelvan al aprendizaje presencial.
Pero si los casos de coronavirus continúan aumentando en el condado de Santa Bárbara, Barnes dijo que está preparado para retrasar aún más el semestre o impartir clases en línea si es necesario, aunque espera que eso no suceda. (Rts)
