Pere Aragonès ya es el presidente suplente de la Generalitat de Cataluña. El vicepresident y el resto de consejeros del Govern se han reunido este miércoles, a las 9 de la mañana, para firmar el decreto que nombra al líder de ERC tras la polémica sobre si el cese del antecesor, Quim Torra, se tenía que publicar o no en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Torra, sin estar físicamente en la reunión, ha sido coprotagonista. Aragonès, como habían pactado Junts y ERC, no se ha sentado en la silla que ocupaba el expresident en el Saló Tàpies y el asiento permanecerá vacío como una denuncia contra la “represión del Estado”.
Tras la reunión del Consell Executiu, Meritxell Budó, portavoz del Govern, ha afirmado que el relevo no ha implicado ningún cambio de dirección, de tendencia o de talante. “El único cambio es que la represión ha inhabilitado a Torra. No ha habido cambio de presidente porque no ha habido elecciones ni investidura”, ha sostenido la también consejera de Presidencia, que ha recalcado que han decidido dejar su butaca vacante por “respeto y solidaridad” con el expresident. De entrada, el decreto aprobado recoge una disposición que contempla que Torra será restituido en el cargo de forma automática si el Tribunal Constitucional acepta la suspensión cautelar de la sentencia del Supremo.
Budó ha recogido este mediodía el testigo de Torra al advertir de que ya es hora de olvidarse de “las fotos” y de dar contenido a la mesa de diálogo entre el Gobierno central y el catalán. Por ello, la consejera ha subrayado que el Ejecutivo no tiene la intención de asistir a la mesa de diálogo con el Gobierno central si no figura en el orden del día el ejercicio del derecho a la autodeterminación y una ley de amnistía para el conjunto de “represaliados”. “Existe consenso en el Govern”, ha insistido la consejera en alusión a que es una reivindicación que comparte tanto Junts per Catalunya como Esquerra. No ha aclarado tampoco si Aragonès acudirá a la conferencia de presidentes o al Consejo de Política Fiscal y Financiera. Budó ha precisado que no saben nada de esas dos citas pero que su intención es solo acudir a aquellas que sean “útiles”.
Todo apunta a que el Govern no tomará decisiones hasta que el Constitucional se pronuncie. El Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) ha publicado una edición extraordinaria que contiene el decreto firmado por todos los consejeros para que Aragonès pueda comenzar a ejercer el cargo. El texto se refiere a las sentencias de inhabilitación tanto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña como del Supremo pero no hace ninguna referencia a Torra o a su nueva condición de expresident. “El vicepresidente del Gobierno y consejero de Economía y Hacienda sustituye al presidente de la Generalitat”, dice el primer artículo del decreto. Se ratifica al personal eventual que trabajaba con Torra. También hay una salvaguarda: la sustitución se suspendería en caso de que el Tribunal Constitucional suspenda la ejecución de la sentencia, algo que se antoja improbable.
El único cambio que ha habido es que la represión ha inhabilitado a Torra. No ha habido cambio de presidente porque no ha habido elecciones ni investidura”, dice la consejera
La designación del vicepresident se precipitó a última hora del martes. De hecho, la convocatoria de la reunión del Govern fue sobre las 22.30 horas. Los servicios jurídicos de la Generalitat decidieron dar el visto bueno después de que la Abogacía del Estado respondiera que no era necesario publicar en el BOE el cese de Torra, como habían planteado inicialmente los letrados tanto del Parlament como del Govern en sus informes jurídicos sobre cuál sería el mecanismo para activar tanto la sustitución como la búsqueda de un nuevo president por parte de la Cámara. Algunos diputados de Junts criticaron este martes que se obviara la publicación del BOE y criticaron al Govern por hacerle “el trabajo sucio” al Gobierno. Budó ha replicado que los servicios jurídicos de la Generalitat han alegado que no es necesaria la publicación en el BOE y que el mismo Torra les había instado a dedicarse desde el “minuto uno” a luchar contra la pandemia y que necesitaban por tanto publicar el decreto para tomar determinadas medidas.
Las competencias de Aragonès como president son limitadas. Por ejemplo, no puede convocar elecciones, aprobar leyes o cesar a los consejeros tal y como establece la ley catalana de la Presidencia. Por otro lado, Junts per Catalunya y ERC pactaron cómo será la gestión durante el periodo de interinidad y eso incluye algunos símbolos, por ejemplo, dejar vacía la silla que ocuparía un president en actos especiales. De esta manera, asegura el texto firmado por ambas partes, se denuncia “la represión del Estado contra el independentismo”, a raíz de la inhabilitación de Torra. Ambos partidos también han acordado que las grandes decisiones sobrevenidas que tenga que tomar el Govern en estos días sean consensuadas. Habrá un órgano paritario de tres miembros de cada formación que velará por su cumplimiento y que será liderado por Aragonès y la consejera de Presidencia, Meritxell Budó. Tras el nombramiento del líder de ERC, el Ejecutivo catalán celebrará una sesión ordinaria.
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