La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, este lunes en la sede del ministerio.Ricardo Rubio (Europa Press)
El Ministerio de Trabajo ha propuesto una subida de 35 euros del salario mínimo interprofesional (SMI) que lo situaría en 1.000 euros brutos al mes, repartidos en 14 pagas, según ha aclarado la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tras el encuentro de este lunes con los agentes sociales. A pesar de que Díaz no se ha referido públicamente a esta cantidad en la rueda de prensa posterior a la cita, fuentes de su departamento señalan que la voluntad de Díaz es elevar en 2022 el SMI hasta la barrera de los 1.000 euros. La vicepresidenta, sin embargo, sí ha reconocido que esta subida se aplicará con carácter retroactivo, y, por tanto, tendrá efectos desde el 1 de enero.
“Me gustaría tener un salario mínimo de 1.000 euros, pero voy a escuchar hasta el miércoles a todas las posiciones”, ha indicado Díaz tras la reunión, que ha estado presidida por el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, y a la que han acudido representantes de sindicatos (CC OO y UGT) y patronales (CEOE y Cepyme). Dentro de dos días, los agentes sociales volverán a reunirse, en esta ocasión a las 17.00, y las posturas tanto de los sindicatos, que piden situar el SMI en los 1.000 euros, y de las patronales, que abogan por mantenerlo tal y como está, permanecen alejadas. “No voy a desvelar nunca lo que se dice en una mesa”, ha incidido Díaz tras ser cuestionada por la cuantía de la propuesta del aumento, inferior, según los sindicatos, a la de sus deseos.
A pesar de que en un primer momento tanto UGT como CC OO han asegurado que la propuesta del Gobierno era la de elevar el salario base hasta los 996 euros mensuales, por entender que este se situaba nuevamente en la zona media de los dos ejes que planteó el comité de expertos convocado por Trabajo para este año (entre 24 y 40 euros), fuentes de Trabajo señalan que no es así. El anuncio de un nuevo aumento del SMI, del que se beneficiaría, según ha explicado Díaz, hasta dos millones de trabajadores, se produce, además, a seis días de que se celebren las elecciones a las Cortes de Castilla y León, programadas para el domingo.
Después de pactar su incremento desde los 950 euros al mes hasta 965 el pasado mes de septiembre, el compromiso adquirido por el Ejecutivo con la Carta Social Europea, a la que se suscribió, sigue siendo colocar el salario base en el 60% del sueldo medio al final de la legislatura, en 2023. Para ello, las distintas horquillas planteadas por los expertos colocaban el aumento para 2022 entre 24 y 40 euros al mes, dependiendo de los distintos escenarios económicos. De acordarse lo propuesto por Trabajo, la subida sería de 35 euros. No es la primera vez que el Gobierno opta por la franja media. La anterior subida de 15 euros también se situó en el centro de la franja de entre 12 y 19 euros recomendada por los expertos. Además, según aseguran fuentes de La Moncloa, la subida más elevada quedará relegada para 2023, año de elecciones. Para este final de legislatura, los expertos definieron que el SMI debería llegar hasta los 1.049 euros en su franja más elevada.
Varias voces sindicales, como las del secretario general de UGT, Pepe Álvarez, han venido reclamando durante toda la jornada que el nuevo aumento del SMI se elevase hasta los 1.000 euros. Una postura que no comparten ni la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), ni la patronal de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme), quienes apelan a que muchas empresas todavía no se han recuperado de los efectos de la crisis económica de la covid.
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“Lo de los 1.000 euros lo veo complicado. Hay un problema de solvencia en las empresas. Todavía las más pequeñitas están bastante ahogadas. Llevamos dos años muy complicados”, comentó la semana pasada Antonio Garamendi, presidente de la CEOE. Ya durante las anteriores negociaciones sobre el SMI, las patronales volvieron a mostrar sus diferencias, hasta el punto de que se desligaron del pacto final, que solo fue secundado por los sindicatos.
Los empresarios, en contra
Según ha confirmado este medio, los empresarios reunirán a su Comité Ejecutivo este martes para valorar la propuesta del Gobierno y fijar una postura común de cara al encuentro del miércoles. Aunque públicamente ni la CEOE ni su presidente han realizado declaraciones al respecto, ―“se ha tratado de una reunión informativa”, explican―, fuentes internas advierten que volverán a posicionarse en contra de la subida. Los datos que maneja la patronal destacan que el SMI ha subido en un 30% en los últimos tres años (de los 900 euros de 2019 a los 965 de 2021), y que ocho comunidades autónomas presentan ya un salario mínimo superior al 60% del salario medio. Otra de sus reivindicaciones pasa porque estas subidas también queden recogidas en los contratos públicos que el Gobierno firma con las empresas, y que no se han venido ajustando.
“Durante la reunión hemos cambiado impresiones. El Gobierno ha planteado situarse en la banda media del importe que proponían los expertos, y nosotros, como ya hicimos en los encuentros de 2021, seguimos reclamando un aumento hasta los 1.000 euros. Nos hemos dado un plazo para consultar a nuestros órganos internos, y pensamos que el miércoles, con acuerdo o sin acuerdo, las negociaciones quedarán concluidas”, reconoce Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical y Empleo de CC OO. “Hemos solicitado que la subida sean los 1.000 euros comprometidos en septiembre. Consideramos que el Gobierno no puede demorar esta mesa”, añade Mariano Hoya, vicesecretario general de política sindical de UGT.
Sin embargo, el Gobierno, como ha recordado Díaz, no está obligado por ley a acordar cualquier aumento, ya que solamente tiene obligación de comunicárselo a los agentes sociales. “Nosotros practicamos el diálogo social, y esperamos sacarlo adelante, ya sea con un acuerdo tripartido o bipartido”, ha reconocido Díaz. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, también se ha manifestado dispuesta a alcanzar un acuerdo con las partes. En un acto conjunto con el presidente del Eurogrupo, el irlandés Paschal Donohoe, la ministra de Economía ha deseado que este llegue “lo antes posible”, y que aunque la voluntad del Gobierno es la de alcanzar los 1.000 euros “intercambiará puntos de vista” con los agentes sociales, puesto que su posición “será tenida en cuenta” para definir la cuantía final.
Séptimo país de la UE
De acordarse el aumento del SMI hasta los 1.000 euros brutos al mes, España se colocaría en el séptimo puesto dentro de la lista de los 26 países de la Unión Europea que contienen esta figura. A pesar de que el salario base escalaría hasta los cuatro dígitos, la distancia con respecto a otros miembros como Luxemburgo (1.934,53), Irlanda (1.521), Países Bajos (1.478,57), Bélgica (1.421,34), Alemania (1.389,43) y Francia (1.374,10) ―tomando como referencia las cantidades desde el 1 de enero de 2022 y repartidas en 14 pagas, aunque en muchos de ellos se entregan en 12―, seguiría siendo elevada.
Aun así, en la última década España ha incrementado considerablemente la cuantía del SMI con los sucesivos aumentos que ha ido acordando. Muy lejos quedan ya los 600 euros en los que se situó en 2008, y que desde entonces se retocaron al alza en cinco ocasiones, hasta incrementarse en más de un 60% en 2021.
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