WASHINGTON — Después de un veredicto “desconsolador”, los fiscales de la Cámara de Representantes que alegaron que Donald Trump debía ser declarado culpable de incitar el asalto al Capitolio señalaron el domingo que demostraron su dicho, y arremetieron contra el líder republicano del Senado y la mayoría de sus colegas “por asumir posiciones contradictorias” al absolver al exmandatario.
Un día después de que Trump ganó su segundo juicio político en el Senado en dos años, parece estar creciendo el apoyo en favor de formar una comisión independiente, similar al panel creado tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, para asegurarse de que no se repita una insurrección como la de ese 6 de enero.
El final del juicio expedito difícilmente puso fin al debate sobre la culpabilidad de Trump en el asalto al Capitolio del 6 de enero conforme continúan las secuelas políticas, legales y emocionales.
Ya se tienen planeadas investigaciones adicionales en torno a la revuelta, y el Senado programó audiencias para finales de este mes ante la Comisión de Normas de la cámara alta. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también solicitó a Russel Honoré, teniente general jubilado del Ejército, que encabece una revisión inmediata del proceso de seguridad del Capitolio.
Legisladores de ambos partidos indicaron el domingo que es probable que haya aún más pesquisas.
“Debe haber una investigación completa de lo sucedido”, dijo el senador Bill Cassidy, uno de los siete republicanos que votó en favor de que Trump fuese declarado culpable. “Qué se sabía, quién lo sabía y cuándo lo supieron, todo eso, porque con eso se crean las bases para que esto no vuelva a ocurrir jamás”.
Pelosi dijo en un comunicado que McConnell fue el responsable de que el Senado no recibiera la acusación formal del juicio político y esto causara una demora significativa en el proceso.
Cassidy dijo que estaba “intentando que el presidente Trump rinda cuentas”, y añadió que, conforme los estadounidenses escuchen todos los hechos, “más personas me entenderán”. El republicano fue censurado por la oficina estatal de su partido después de la votación, que culminó 57-43 en favor de una condena pero 10 sufragios por debajo de las dos terceras partes requeridas.
Un aliado cercano de Trump, el senador republicano Lindsey Graham, dijo que tiene ganas de hacer campaña con el expresidente en los comicios de 2022, cuando los republicanos están esperanzados de retomar el control de la mayoría legislativa.
Pero Graham reconoció que Trump tenía cierta culpa por el ataque al Capitolio en el que murieron cinco personas, incluyendo un policía, y en el que se interrumpió la certificación legislativa del triunfo del demócrata Joe Biden en los comicios presidenciales.
Siete republicanos votaron a favor de condenarlo.
“Su comportamiento después de las elecciones fue indignante”, dijo Graham. “Necesitamos una comisión similar a la del 11 de septiembre para averiguar qué sucedió y asegurarnos que nunca vuelva a pasar”.
El Senado absolvió a Trump de un cargo de “incitar a la insurrección” después de que los fiscales de la Cámara de Representantes expusieron su caso de que él fue “el provocador en jefe”, que desencadenó la ira de una turba al azuzar una campaña de varios meses en la que divulgó teorías de conspiración desacreditadas y violentas acusaciones infundadas de que le habían robado las elecciones de 2020.
Los abogados de Trump respondieron que las palabras del entonces presidente no tenían como objetivo incitar a la violencia y que el juicio político no era más que una “cacería de brujas” con el fin de evitar que vuelva a postularse.
El total de votos en favor de una declaración de culpabilidad fue el más bipartidista en la historia del país, pero de todas formas le permitió a Trump cantar victoria y abrirse paso hacia un resurgimiento político mientras que el sumamente dividido Partido Republicano está enfrascado en discusiones sobre el rumbo que sigue y el lugar de Trump dentro del partido.