El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICC) y al menos otro grupo de ayuda detuvieron el lunes sus trabajos de campo en Ucrania por razones de seguridad, después de que Rusia disparó misiles contra ciudades ucranianas.
Rusia bombardeó sitios en todo el país, atacando a Kiev, con una intensidad que no se había visto desde que sus fuerzas intentaron capturar la capital a principios de la guerra, que ya lleva más de siete meses.
Moscú dice que los bombardeos se realizaron contra objetivos de energía, comando y comunicación, en represalia por lo que describe como ataques terroristas.
“Por razones de seguridad, nuestros equipos han detenido las operaciones hoy”, dijo un portavoz, en una respuesta enviada por correo electrónico a una pregunta de Reuters.
La Cruz Roja cuenta con unos 700 empleados que trabajan en 10 lugares en todo el país y entrega ayuda y medicamentos, incluso a las millones de personas desplazadas por el conflicto en curso.
Un segundo portavoz de la Cruz Roja agregó más tarde que, si bien el trabajo de campo se había detenido, los trabajadores humanitarios pudieron continuar con las tareas de oficina.
“Tan pronto como sea seguro moverse, lo harán”, agregó.
El Consejo Noruego para los Refugiados también dijo que detuvo sus operaciones de ayuda en Ucrania hasta que sea seguro reanudarlas.
“No podemos ayudar a las comunidades vulnerables cuando nuestros trabajadores humanitarios huyen de una andanada de bombas y temen que los ataques se repitan”, dijo Jan Egeland, secretario general de la NRC.
Un portavoz de la agencia de refugiados de la ONU dijo que sus operaciones continuaron y que el personal se refugió durante los ataques aéreos.
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