Todavía huele a plástico quemado en las inmediaciones de Amstor, el centro comercial de Kremenchuk, en el centro de Ucrania, que el lunes fue atacado por dos misiles rusos. Liliana Piren, a punto de cumplir 22 años, no puede contener las lágrimas cuando deja las flores que ha traído para rendir homenaje a la veintena de personas que murieron. También trae juguetes para los niños que cayeron víctimas de la rabia de las fuerzas de Vladímir Putin. “No conocía a nadie que estuviera dentro, pero no podía quedarme en casa. Estaba demasiado triste. Nadie puede entender por qué han hecho esto contra un objetivo civil, aquí no había militares”, dice. A veces, cuando no puede seguir hablando, su novio la abraza.
Los equipos de rescate de Ucrania siguen buscando este martes a supervivientes entre los escombros del centro comercial, donde, según las autoridades han perdido la vida al menos 18 personas y otras 59 han resultado heridas después de un ataque ruso con misiles. La cifra de víctimas mortales puede ser superior. El jefe adjunto de la oficina del presidente ucranio, Kirill Tymoshenko, la eleva ya a “más de 20″. De acuerdo con los testimonios de los familiares de desaparecidos, que aguardan noticias en una base que los equipos de rescate han establecido al otro lado de la calle, aun podría haber entre los restos del edificio destruido más de 40 personas.
Liliana Piren deposita este martes flores en el centro comercial de Kremenchuk atacado ayer por las tropas rusas.Luis Doncel
El ataque ocurrió el lunes por la tarde, a plenas luz del día, cuando “los ocupantes dispararon cohetes contra un centro comercial, donde había más de 1.000 civiles”, según explicó el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en un mensaje de Telegram, en el que acusó a Rusia de atacar a ciudadanos inocentes.
La Unión Europea ha condenado este martes “en los términos más firmes” lo que considera “un crimen de guerra” cometido por el Ejército ruso contra civiles. “Este es otro acto atroz más en una serie de ataques contra civiles e infraestructuras civiles por parte de las fuerzas rusas. El bombardeo continuo de civiles es reprochable y totalmente inaceptable y constituye un crimen de guerra”, ha señalado en un comunicado la oficina del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell.
Rusia ha negado que los civiles fuesen su objetivo. Según ha afirmado este martes el Kremlin, el ataque fue lanzado contra un almacén de armas que habían sido entregadas por Estados Unidos y la Unión Europea. “La explosión de municiones occidentales almacenadas provocaron un incendio en un centro comercial que no estaba en funcionamiento y que se encontraba al lado del almacén”, ha dicho el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
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Sin embargo, la fiscal general de Ucrania, Irina Venediktova, ha denunciado “el ataque sistemático” de Rusia contra “infraestructura civil” del país. Según ha confirmado este martes, otro misil también había alcanzado una fábrica cercana, que estaba cerrada y no era un objetivo militar.
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