El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reiteró este miércoles que su homólogo de China, Xi Jinping, es un “dictador”.
Después de haberse reunido con él durante más de cuatro horas, Biden dio una rueda de prensa en la que, al concluir, una periodista le preguntó a gritos si aún consideraba que Xi era un “dictador”.
“Bueno, mira, lo es”, contestó el líder estadounidense.
En una recaudación de fondos para su campaña de reelección para las elecciones de 2024, que tuvo lugar el pasado junio, Biden llamó por primera vez “dictador” a Xi, lo que provocó un gran malestar en el gigante asiático.
En otro acto de recaudación de fondos anoche en San Francisco y en la víspera de la esperada reunión, el gobernante estadounidense afirmó que China tiene “problemas reales” sin especificar exactamente a qué se refería.
Este cara a cara, en los márgenes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, en inglés), es el primero en un año entre los dos líderes tras el que mantuvieron durante unas tres horas en noviembre de 2022 en Bali (Indonesia) durante la cumbre del G20.
La portavoz de Exteriores Nao Ming aseguró en una rueda de prensa que la afirmación del presidente estadounidense “es extremadamente errónea y constituye un acto político irresponsable. China se opone firmemente a ella”.
“Cabe señalar que siempre hay personas con motivos ocultos que intentan instigar y socavar las relaciones entre China y Estados Unidos”, agregó la portavoz.
Según Mao, “esas personas son muy conscientes de quién está intentando socavar las relaciones entre China y Estados Unidos” y subrayó que en este aspecto “tampoco tendrán éxito”.
Horas antes, Xi Jinping instó a Estados Unidos a “no apostar contra China” ni “interferir en sus asuntos internos”, durante una cena con empresarios estadounidenses en San Francisco a la que asistieron, entre otros, Elon Musk de Tesla, y Tim Cook, de Apple.
Xi acudió a esta cita después de haberse reunido horas antes con su homólogo estadounidense, Joe Biden, para tratar de estabilizar vínculos y prevenir un conflicto abierto ante su relación de competencia.
“China nunca apuesta contra Estados Unidos, y nunca interfiere en sus asuntos internos. China no tiene intención de desafiar a Estados Unidos o de desbancarlo. Al contrario, nos alegraremos de ver un Estados Unidos confiado, abierto, en constante crecimiento y próspero”, declaró en su discurso el líder chino, según la agencia oficial Xinhua.
De la misma forma, Xi expresó su esperanza de que Washington “acoja con beneplácito una China pacífica, estable y próspera”.
El mandatario del gigante asiático afirmó que es “un error” ver a China, que está “comprometida con el desarrollo pacífico”, como “una amenaza” y jugar “un juego de suma cero” contra ella.
Xi subrayó que la cooperación mutuamente beneficiosa es “la tendencia de los tiempos actuales” y una “propiedad inherente” de las relaciones entre las dos potencias.
(Con información de EFE)
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