Oriol Tres, más conocido en las redes sociales como Tresco Ball, fue toda una promesa del baloncesto en nuestro país. Tras jugar en las categorías inferiores del Barça, a los 16 años puso rumbo a Estados Unidos donde le dieron la oportunidad de compaginar sus estudios con su pasión por el deporte. Una experiencia muy enriquecedora para este catalán, que todavía mantiene el contacto con algunos de sus excompañeros en el club blaugrana. Entre sus grandes amigos se encuentra Sergi Martínez con quien “compartía el mismo taxi para desplazarnos hasta el lugar en el que entrenábamos”. Recientemente, este le regaló su camiseta y admite que fue un “momento muy especial”.
De la época en la que compartían vestuario, el joven recuerda haberse enfrentado en numerosas ocasiones contra Luka Doncic “mucho antes de que fichara por el Real Madrid”. “Jugamos varias veces en contra. Recuerdo especialmente un torneo que disputamos en Liubliana. Nosotros ganamos el campeonato pero él fue elegido MVP”, transmite a MD. Tresco sigue muy de cerca su carrera y opina que “puede entrar en el ‘top 10’ de los mejores jugadores de la historia del baloncesto”. “Está haciendo números de Michael Jordan en el año 88”, insiste.
Tresco Ball jugó en la cantera del FC Barcelona.
Sobre su etapa en el Barça, el streamer explica que “tengo grandísimos recuerdos”. “La parte más increíble fue toda la gente que conocí, desde entrenadores hasta jugadores, y las experiencias que viví. A nivel más técnico, aprendí una barbaridad. Son los cuatro años en los que más he aprendido sobre este deporte porque estaba al lado de los mejores”, declara.
Sin embargo, tampoco se olvida de que “siempre hay un lado no tan bueno” y que no le gusta que se “idealice esa experiencia”. “Hay momentos en los que no juegas mucho. Yo venía de un club en el que tenía menos competencia y al llegar al Barça cuesta más conseguir minutos. Es algo complicado de gestionar cuando eres tan joven. Para mí es importante hablar de lo bueno y de lo malo. No fue todo perfecto y está bien explicarlo”, añade.
Tras finalizar su etapa como blaugrana y vivir una experiencia inolvidable en el continente americano, Tresco decide volver a España en mayo de 2016 y tiene un “parón necesario hasta 2017”. “Me surge una oportunidad muy buena en el Fuenlabrada, para el filial de un equipo que juega en la ACB. Me ilusiono mucho y fui a intentarlo. Desde la distancia, considero que en ese momento no estaba preparado ni psicológica ni físicamente para afrontar ese reto. Fue una mala experiencia para mí y cuando acaba la temporada decido dejar de intentar ser jugador profesional para ponerme a estudiar. Me cambia la vida porque desde los 13 años llevaba jugando a baloncesto sin descanso y descubro muchas facetas de mi mismo que no conocía. Ese mismo año empiezo en YouTube”, recuerda.
El joven es un enamorado del baloncesto.
Ahora, ya consolidado como toda una estrella en las redes sociales con 269 mil suscriptores en YouTube, 124 mil seguidores en Instagram y 273 mil en TikTok, Tresco se encuentra inmerso en numerosos proyectos. “Una de las mejores aventuras en las que me he metido en los últimos años ha sido el proyecto de ‘TakeOver’, una plataforma digital de baloncesto online donde hacemos coberturas para la FIBA, la NBA o la ACB. Nos centramos en los talentos jóvenes”, explica.
Se trata de un proyecto en el que trabaja junto a Lucas Charte, representante del jugador de la NBA Ricky Rubio, y que arrancaron a raíz de la pandemia. “En el año 2020 nos pusimos a lanzar ideas que queríamos hacer sobre baloncesto digital. Han surgido muchas cosas brutales como por ejemplo cubrir el Mundial U-17 o el último Eurobasket. Estoy muy contento con todo lo que estamos haciendo e ilusionado por lo que viene”, apunta.
Tresco Ball es uno de los streamers deportivos más populares.
Tresco asegura que lo que más le gusta de su trabajo es “la libertad” aunque a veces “no sea fácil de gestionar”. “No tienes a nadie detrás tuyo diciéndote lo que tienes que hacer y tienes que gestionarte todos tus días. Los días que estoy más productivo aprovecho para hacer más cosas y creo que para la salud mental es algo muy positivo”, declara. “También trabajo con mis ídolos. En concreto, Ricky Rubio fue especial porque le conocí bastante pronto en mi carrera y fue un encuentro de una hora entrenando y hablando. Ya le admiraba, pero desde ese momento mucho más”, sentencia.