El Tribunal Superior de Londres decidió este martes aplazar su decisión sobre el recurso del caso del periodista australiano Julian Assange, fundador del portal WikiLeaks, por lo que no será extraditado a Estados Unidos en forma inmediata.
Los jueces Victoria Sharp y Adam Johnson, que evaluaron durante varias semanas los argumentos de las partes, consideraron que un eventual recurso de Assange podría prosperar parcialmente, por lo que ofrecen al Gobierno de Estados Unidos la oportunidad de “ofrecer garantías” contra esos argumentos.
Según el dictamen, el tribunal ha dado al Gobierno de los Estados Unidos tres semanas para dar garantías satisfactorias de que Assange podrá alegar en su defensa la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, relativa a la protección de la libertad de expresión.
También se necesitarán garantías de que el australiano no se verá perjudicado en el juicio por razón de su nacionalidad, de que se le concederán las mismas protecciones de la Primera Enmienda que a un ciudadano estadounidense y de que no se le impondrá la pena de muerte.
Si no se dan esas garantías, entonces se concederá autorización a Assange para apelar, pero si se ofrecen, las partes tendrán la oportunidad de presentar nuevas observaciones en una audiencia el próximo 20 de mayo, a fin de tomar una decisión sobre la posibilidad de apelación.
Estados Unidos pide que Assange sea extraditado por 18 delitos de espionaje e intrusión informática, tras sus explosivas revelaciones de su portal, que entre los años 2010 y 2011 dio a conocer supuestos crímenes de guerra de Estados Unidos en Irak y Afganistán.
Según la defensa de Assange, esos delitos están penados con 175 años de prisión en Estados Unidos.
Stella Assange, esposa de Julian Assange, mostró este martes su indignación ante el “impactante” anuncio del Tribunal Superior de Justicia de Londres de aplazar su decisión sobre el recurso del periodista australiano.
Stella consideró que el caso es “una vergüenza para cualquier país democrático”. “Julian no debería haber estado en prisión ni un solo día”, dijo en declaraciones a los medios a la salida del tribunal.
Decenas de personas volvieron a congregarse en las puertas del tribunal londinense para pedir la liberación de Assange y que Estados Unidos retire los cargos en su contra.
El pasado 21 de febrero se realizó la segunda y última vista ante el tribunal, con miras a decidir si autoriza al activista seguir apelando en el Reino Unido o si en cambio puede procederse a su extradición a Estados Unidos.
Entonces quedó pendiente la decisión, que ahora volvió a ser pospuesta. Assange, quien se encuentra en prisión preventiva en el centro londinense de alta seguridad de Belmarsh, no acudió a las dos vistas por encontrarse enfermo, informó entonces uno de sus abogados, Edward Fitzgerald.
La defensa del australiano de 52 años pide a los magistrados que le permitan apelar partes de este caso que no abordaron en otro proceso en 2021, así como la orden de entrega firmada en abril de 2022 por la entonces ministra del Interior, Priti Patel.
Si acceden a la petición de Assange, se iniciará un nuevo juicio de apelación en Inglaterra, que podría prolongarse en el tiempo.
Si se la deniegan, se activará el proceso de deportación a Estados Unidos, que lo requiere por 18 delitos de espionaje e intrusión informática por las revelaciones de su portal, penados con hasta 175 años de cárcel.
Los abogados de Assange creen que su entrega violaría el Tratado de extradición británico-estadounidense de 2003 al tratarse de delitos de carácter político, si bien EE.UU. sostiene que son cargos penales pues con sus revelaciones puso en peligro las vidas de múltiples informantes.
También considera que la extradición violará su derecho a un juicio justo y a la libertad de expresión, dado que podrían concedérsele menos derechos que a un ciudadano estadounidense al ser de nacionalidad australiana.
Assange, que es autista y sufre depresión y otras dolencias, lleva casi 14 años confinado en el Reino Unido pese a no haber sido condenado por ningún delito.
Tras ser detenido en 2010 a instancias de Suecia por un caso hoy archivado, se refugió como asilado político en la embajada de Ecuador en Londres entre 2012 y 2019, tras lo cual fue arrestado a petición de Estados Unidos y trasladado a Belmarsh.
Fidel Narváez, excónsul de Ecuador en Londres, señaló en Aristegui en Vivo que el fondo del caso contra el fundador de Wikileaks es político, pues el ‘establishment’ y el Complejo industrial-militar de Estados Unidos buscan venganza contra el periodista.
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(Con información de EFE y Aristegui Noticias)
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