El Tribunal Superior neozelandés dejó este martes visto para sentencia el juicio cuyo fallo determinará si un bebé debe ser operado urgentemente del corazón o da la razón a los padres del menor que se oponen a que esta intervención se realice con la transfusión de sangre de alguien vacunado contra la Covid-19.
Tras una vista celebrada en la ciudad neozelandesa de Auckland, el juez Ian Gault dejó vista para sentencia su decisión, que se presume que no se conocerá hoy, según el diario New Zealand Herald (NZH).
En este caso, el departamento público de Salud (Te Whatu Ora) se amparó en la Ley de Cuidado del Menor para solicitar la tutela del bebé, quien sufre el estrechamiento de una válvula del corazón, con el fin de que sea sometido con urgencia a la intervención quirúrgica.
Si bien los padres del menor, quienes no han sido identificados y recibieron el apoyo de un centenar de antivacunas que se congregaron a las afueras del tribunal, reconocen la urgencia de la intervención, se niegan a que se utilice en la operación plasma de un donante que haya sido inoculado contra el coronavirus.
Si el tribunal falla a favor del departamento de Salud, los padres pueden apelar la decisión, aunque probablemente no tendrían tiempo porque el bebé sería operado de inmediato, según Radio New Zealand (RZN).
Si ganan los padres, potencialmente pueden pedir una donación directa, pero los expertos como el hematólogo Jim Faed consideran que se trata de un procedimiento inseguro, especialmente en los escrutinios de los donantes, agregó la emisora pública.
Además, el organismo público NZ Blood, que coordina las donaciones de sangre y provee de plasma a los hospitales, podría negarse a separar la sangre de vacunados y no vacunados contra la covid debido a que no hay bases científicas para demostrar que supone un riesgo para la salud, precisó Faed a RZN.
Urgencia en la operación
Al inicio de la vista, el abogado del Te Whatu Ora, Paul White, remarcó que los cardiólogos del bebé han advertido que el paciente está sufriendo daños debido al retraso de la operación por la acumulación de sangre en la válvula dañada.
“Está sometido a una tensión increíble”, expresó White en declaraciones recogidas por el NZH, al insistir en que este bebé, quien se encontraba en la sala judicial en brazos de su madre, permanezca hospitalizado.
El letrado insistió que la prioridad es tener en cuenta lo que es mejor para el menor y recordó que sus padres habían accedido previamente a que el pequeño recibiera una transfusión de sangre.
Donantes voluntarios antivacunas
Por su lado, la abogada Sue Grey, quien representa a los padres del bebé, argumentó que hay una serie de donantes no vacunados que están dispuestos a donar sangre, al referirse a algunos de los 150 manifestantes antivacunas congregados a las afueras del tribunal.
“(El bebé) está mejorando. Su corazón es estable, está ganando peso y está feliz”, precisó la letrada, al insistir en que se puede demorar el proceso unos días para conseguirle sangre requerida por sus progenitores.
NZ Blood especifica en su portal de internet que durante la recolección no pide a las personas indicar si están vacunados contra la Covid-19 y que no existen pruebas de que la sangre de personas vacunadas suponga un riesgo añadido.
Asimismo, los pacientes no pueden elegir a sus propios donantes en Nueva Zelanda, en donde más del 90 por ciento de la población mayor de doce años ha recibido la pauta completa de la vacuna contra la covid-19.
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