Podrías preguntarte qué sentido tiene leer más rápido si con el ritmo de lectura que tienes hasta ahora te parece suficiente. Pero si tienes que estudiar o leer mucho, seguramente querrás aumentar un poco la velocidad y ponerte al día con todo lo que tienes que asimilar.
El objetivo debe ser aumentar la velocidad de lectura sin perder la capacidad de comprensión, es decir, poder leer en menos tiempo de lo normal y al mismo tiempo estar entendiendo lo que estás leyendo.
Anota estos consejos que te ayudarán a leer más rápido
Lee en lugares tranquilos. Si acostumbras leer en la sala de tu casa y tal vez hasta con el televisor encendido, es probable que no puedas concentrarte en la lectura como deberías.
Lo recomendable, para no perder el hilo y poder leer más velozmente, es hacerlo en lugares tranquilos y donde no haya muchas distracciones.
Seguramente, el momento preferido de la mayoría de los lectores es antes de acostarse, sin ruidos, sin televisión y sin nada ni nadie que distraiga la lectura.
Ilumina el espacio. Acostúmbrate a leer con buena iluminación, pues si lees con poca luz, tendrás dolor de cabeza y no podrás disfrutar de la lectura, ya que te resultará lenta y pesada.
En el lugar que prefieras leer, debes tener una iluminación correcta. Lo ideal es una pequeña lámpara direccional de escritorio.
Subvocaliza. Una de las claves para poder leer a más velocidad es eliminar la subvocalización, es decir, no repetir mentalmente aquello que vamos leyendo. Es un reflejo natural que todo el mundo acostumbra hacer inconscientemente al leer, y el problema radica precisamente allí, pues es lo que nos impide leer con más velocidad.
Intenta en un principio eliminar esa repetición mental que haces con idea de ir quitándote gradualmente la subvocalización.
No es algo que se pueda conseguir de la noche a la mañana y tendrás que practicar lo suficiente para conseguirlo, pero no es una misión imposible. A medida que avances en la técnica podrás comprobar, que podrás leer más veloz que cualquier otra persona.
Utiliza tu visión periférica. Utilizar la visión periférica es muy ventajoso. Intenta dar pequeños saltos en el renglón y no leas exactamente cada palabra, es decir, intenta comprender la oración sin leerla enteramente.
Procura sacar “fotos mentales” a grupos de palabras usando la visión periférica y no la visión focalizada en cada palabra.
Si practicas diariamente estas técnicas y te ayudas con un cronómetro, midiendo el tiempo que empleas para leer, podrás comprobar que efectivamente puedes leer a mayor velocidad.
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