El presidente ligó su decisión a la “hostilidad irracional y enloquecida” de los medios de comunicación y los demócratas.
Por primera vez, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escuchó las críticas en torno a sus decisiones y decidió dar marcha atrás sobre la polémica de celebrar la cumbre del G-7 en 2020 en una de sus propiedades de lujo, el Hotel Trump de Doral.
El pasado 17 de octubre, la Casa Blanca había anunciado que la cumbre de los líderes mundiales de Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón se celebraría en junio del siguiente año en la propiedad ubicada en Miami.
Mick Mulvaney, jefe interino del gabinete, aclaró que Trump no obtendría beneficio alguno de hospedar a los líderes mundiales en su hotel. Las críticas a la decisión del mandatario no tardaron en llegar por parte de los demócratas.
No obstante, la desaprobación a la idea también llegó desde su propio partido. En el marco de la investigación de juicio político contra Trump, por sus acciones de presión a Ucrania, algunos de los miembros de la bancada republicana desaprobaron la sede del G-7.
A través de Twitter, el presidente señaló que creía estar haciendo algo muy bueno por el país al usar el Hotel Trump de Doral, pues es un sitio “espacioso, grandioso, tiene cientos de acres y está a un lado del AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MIAMI”.
“Cada delegación tendría su propio edificio de 50 a 70 unidades (…) Anuncié que estaría dispuesto a hacerlo SIN NINGÚN BENEFICIO, pero, como de costumbre, los medios hostiles y sus socios demócratas se volvieron locos”, dijo Trump.
…..its own 50 to 70 unit building. Would set up better than other alternatives. I announced that I would be willing to do it at NO PROFIT or, if legally permissible, at ZERO COST to the USA. But, as usual, the Hostile Media & their Democrat Partners went CRAZY!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 20, 2019