El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, estudia reducir el peso que los medios tradicionales tienen en la sala de prensa de la Casa Blanca para dar acceso a reporteros “independientes”, anunció este martes su hijo Donald Trump Jr.
En su propio podcast, apuntó que mantener la presencia de medios tradicionales solo por el hecho de que “han estado ahí mucho tiempo” no parece una buena manera de proceder.
“¿Por qué no abrirlo a personas que tienen mayor audiencia y más seguidores?”, añadió el primogénito del futuro mandatario, según el cual a su padre le pareció una “gran idea” ese cambio.
El magnate neoyorquino, según ahondó su hijo, está planteándose esa posibilidad por cómo se han comportado los medios con él.
The New York Times, en su opinión, se ha mostrado “adverso a todo y está funcionando como el brazo de marketing del Partido Demócrata”.
La Casa Blanca, no obstante, no decide por lo general quién ocupa un asiento en la sala de prensa. Esa tarea recae en la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA, en inglés), que reúne a los periodistas que cubren esta institución y que, según su página web, asigna los asientos desde la Administración de Ronald Reagan (1981-1989).
La sala cuenta con solo 49 asientos, todos adjudicados a un medio específico. Tener un asiento asignado facilita dirigir preguntas al portavoz, aunque cualquier periodista con las credenciales adecuadas, emitidas por la Oficina de Prensa de la Casa Blanca, puede asistir de pie a las ruedas de prensa.
La primera fila está destinada a la agencia The Associated Press, que, por tradición, siempre tiene la primera pregunta en las ruedas de prensa, así como a corresponsales de grandes cadenas de televisión como NBC, Fox, CBS, ABC y CNN.
La segunda fila la ocupan importantes diarios como The Wall Street Journal, The Washington Post y The New York Times, entre otros medios destacados.
Bajo la Administración de Joe Biden, las ruedas de prensa han sido casi diarias, al igual que lo fueron en las de Barack Obama (2009-2017) y George W. Bush (2001-2009).
Sin embargo, durante su primer mandato en la Casa Blanca (2017-2021), Trump, quien ha mantenido una relación conflictiva con la prensa y ha calificado a los medios como “enemigos del pueblo” y “noticias falsas”, ordenó a su equipo de comunicaciones romper con esa tradición.
En consecuencia, las ruedas de prensa se volvieron esporádicas bajo Trump, dependiendo del secretario de Prensa que en ese momento ejercía el cargo. De hecho, se estableció un récord de más de 300 días sin comparecencias del portavoz entre marzo de 2019 y enero de 2020.
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