La semana pasada Donald Trump amenazó con imponer aranceles a los productos mexicanos y canadienses si estos continuaban dejando pasar drogas y migrantes a los Estados Unidos. Por su parte Trudeau y varios políticos canadienses pidieron no ser comparados con México. Claudia Sheinbaum contestó que el consumo es de los estadounidenses y ellos exportan las armas a México y añadió que ante cada tarifa de Trump ella contestará con una más.
Pero Donald Trump tiene razón, la zona de Norte América se ha vuelto un paraíso para el crimen organizado. Pero establecer aranceles y expulsar migrantes no tendrá impacto en las utilidades de los cárteles, ni en disminuir la trata de personas, narcotráfico y piratería. Canadá, Estados Unidos y México no tienen una estrategia integral para combatir al crimen transnacional y menos un marco de cooperación con objetivos claros.
Canadá, legalizó el consumo y producción de la mariguana en 2018, creando un mercado financiero y corporativo para su operación. Estas compañías ahora tienen acceso al sistema financiero global y al mercado de capitales, donde pueden facilitar el lavado de dinero. En 2018, la Comisión de Regulación de Mercados Financieros de la provincia de Britsh Columbia inició una investigación sobre la empresa Beleave, ya que recibió una inversión inicial de $10 millones de dólares canadienses y realizó pagos por servicios de “consultorías” por $7.5 millones de dólares, esta práctica fue común en las empresas que iniciaron inversiones para participar en la cadena de valor de la marijuana, una práctica recurrente en la simulación fiscal y lavado de dinero (A). Este caso como el de otras empresas del ramo recibieron sanciones por la autoridad de British Columbia.
Los socios de esta empresa liderados por Bill Panagiotakopoulos, han creado una corporación que cotiza en la Bolsa de Toronto cuyo objetivo es vender cocaína para reducir la ansiedad, reducir el dolor y bajar de peso, Safe Supply Streaming Co. LTD (SPLY.CN). La empresa ha revelado que tienen negociaciones con productores de Perú para la compra de materia prima. A su vez, el mes pasado el banco TD Canada Trust basado en Toronto fue multado por $3 billones de dólares americanos por facilitar el blanqueo de capitales. Canadá está discutiendo la legalización de drogas y tiene pocos controles para el lavado de dinero.
Estados Unidos es el país que más droga consume en el mundo de acuerdo con el último reporte de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito. A pesar de tener una crisis de consumo de fentanilo en los últimos 5 años, el presupuesto del Instituto Nacional contra las Adicciones (NIDA) tuvo un incremento de 0% del 2023 al 2024 y aumento para 2025 es de 0.3% (C). Esto es una indicación clara de la disociación del discurso y la política pública.
El fentanilo y los precursores químicos que llegan de China a México pasan primero por el puerto de Long Beach en California. No hay rutas marítimas directas de China a México, el transporte pasa por Vancouver, Long Beach y después el Puerto de Manzanillo. Ninguna empresa marítima ha sido sancionada por el trasiego de precursores químicos, esto es una prueba más de la descoordinación entre los tres países.
Los cárteles mexicanos se aprovecharon de la plataforma logística, cercanía con el mercado americano y el alto nivel de corrupción en el país para facilitar la producción de mariguana y heroína. Financiaron sembradíos de cocaína en Sudamérica para garantizar el abasto en el mercado mundial. Aprovecharon la infraestructura del sector farmacéutico para elaborar drogas sintéticas en el estado de Jalisco y Sinaloa a escala industrial. En cinco años pasaron a ser las organizaciones criminales más poderosas del mundo, para en 2006 cooptar al encargado de la Seguridad en México.
La condena de Genaro García Luna por crimen organizado y conspiración de importar cocaína a los Estados Unidos demuestra como los cárteles compran funcionarios con la consigna de eliminar competidores para crecer sus utilidades. La capacidad de corrupción de los cárteles mexicanos también ha tocado a personal de los EE.UU. ahí está el caso de Nicholas Palmeri destituido por malversación de fondos y nexos con abogados de narcotraficantes (D).
México ha argumentado que las armas y el consumo vienen de los Estados Unidos, lo cual es cierto pero el argumento es incompleto; ya que esas armas no aparecen en México, entran por una aduana que tiene funcionarios omisos y corruptos. Los políticos debaten las cifras de homicidios, cuando nadie pone atención en los homicidios resueltos vs los casos abiertos. La toma de control de gobiernos locales por el crimen organizado ya afecta el precio de los alimentos básicos. Y vemos como el alcalde de Chilpancingo fue decapitado, y no con un hacha proveniente de los Estados Unidos. La impunidad sigue con una tendencia al alza.
¿Que hacemos?
El presidente electo Donald Trump, puso el tema en la agenda y tiene una oportunidad si trabaja con los tres países para disrumpir el mercado que enriquece al crimen organizado (trata, drogas, piratería y extorsión). Pero debe basarse en la cooperación y no en la imposición de tarifas comerciales, como hace 4 años.
Estados Unidos no ha hecho esfuerzos para atender su epidemia, y paradójicamente dos mexicanos son los que pueden sumarse a la solución. La Dra. Nora Volkow, nacida y con estudios en México es la autoridad en temas de adición y consumo de drogas. Ella es la cabeza del NIDA y no va a tener más recursos para hacer frente a la epidemia. La investigación y esfuerzos para reducir el consumo deben ser sostenidos y se debe informar a los jóvenes que son los nuevos “consumidores” de no entrar al mundo de las drogas.
Hace 13 años el filántropo Tom Siebel fundo el Montana Meth Project que realizó una de las campañas de prevención más exitosas contra las metanfetaminas (E). A través de intervenciones con la comunidad y una campaña de publicidad elaborada por Alejandro G. Iñarritu redujeron dicha epidemia (F). Hoy están iniciando un esfuerzo para reducir el consumo de fentanilo en Montana. Estos esfuerzos locales, con mensajes e intervenciones en la comunidad son las que debe financiar NIDA.
En México, muy pocos asesinatos son resueltos por la falta de capacidad técnica y personal para realizar investigaciones forenses. Sin embargo, hay un ligero avance que costado más de 10 años cimentar en el país. Existe un acuerdo de cooperación entre la fiscalía general mexicana y ATF (Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos), firmado en 2007 donde se pone a disposición el sistema E Trace el cual permite el rastreo de armas. Esto ha logrado la integración y arresto de 473 personas y un poco más de 10,000 decomisos de armas. Hoy en día, solo 22 de las 32 fiscalías estatales cuentan con este sistema. Hay estados como Veracruz y Quintana Roo que no lo han instalado a pesar de contar con una versión en español desde el 2017. El apoyo técnico de ATF existe y México es el que no lo ha sabido aprovechar en mayor escala.
México debe seleccionar, capacitar, y ofrecer una vida digna a los elementos honestos de la guardia nacional y fuerzas armadas. La capacidad de corrupción del crimen organizado debe ser confrontada con una oferta de vida integral. Además de incrementar los salarios, los servidores públicos deben contar con mecanismos para poder construir un patrimonio como lo es una vivienda. En México, las policías no tienen acceso a una hipoteca y no hay un programa dedicado a ellos. Anteriormente he propuesto que los policías cuenten con una hipoteca que sea descontada de su nómina y una vez al año tengan que ser sometidos a exámenes toxicológicos y polígrafo. Con esta medida el policía ya no pierde un trabajo, sino un patrimonio familiar.
Las fronteras de México deben garantizar y respetar los derechos humanos, pero también debemos dejar de ser un país de trasiego de droga y personas. Un kilo de cocaína entra a México con un valor aproximado de $3,000 dólares y sale de Nuevo Laredo con precio de $22,000 dólares. Un migrante genera utilidades de $5,000 dólares por cruzar la frontera, pero flujos mensuales de su sueldo por $1,000 dólares al mes.
La droga y los migrantes tienen como destino Estados Unidos y esta es una externalidad negativa que tiene México como vecino. Es por ello que debe existir una política migratoria coordinada, donde los EE.UU. inviertan recursos en modernizar la frontera con tecnología y ayudar al desarrollo de infraestructura en la frontera sur de México.
A su vez hay temas como la legalización de la mariguana y drogas duras que deben ser discutidos desde el punto de vista epidemiológico y legal por los tres países. Canadá a pesar del aumento en la violencia y consumo de estupefacientes está empujando a la legalización de drogas “duras”. Estados Unidos tiene un marco legal que permite a los Estados decidir si la mariguana se puede usar para fines recreativos, pero a nivel federal está prohibido. En México, hay un marco legal que permite la posesión, pero un marco regulatorio que hace imposible la producción. ¿En una nueva relación comercial se va a permitir el comercio de mariguana entre los tres países como si fuera trigo o jitomates? Estas son las preguntas que se tienen que definir y no son fáciles de responder.
El crimen está organizado en Canadá, Estados Unidos y México; y los gobiernos de los tres países llevan años con un frente desorganizado que ha permitido que las organizaciones criminales transnacionales desestabilicen la región. La proliferación de células criminales chinas, mexicanas, rusas, italianas son una amenaza creciente. Hace un par de semana Canadá alegó que el asesinato de un líder disidente hindú Hardeep Singh Nijjar fue ordenado por el Gobierno de la India y ejecutado por el crimen organizado. No se descarta el escenario que servicios de inteligencia de Irán, China, Corea del Norte o Rusia utilicen la infraestructura criminal de los cárteles para desestabilizar la zona.
Trump, Trudeau y Sheinbaum pueden llegar a un acuerdo cosmetico sobre el crimen organizado y dejar latentes las amenzas de aranceles o pueden crear un marco de seguridad basado en políticas públicas que reduzcan los ingresos del crimen organizado y contribuyna a una región más segura.
*Director de Global Leading Solutions
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