Los helados son para el verano… ¿o no? Ese invento cremoso que nació como una combinación de lácteos, huevos y un extra de sabor añadido en forma de vainilla, chocolate o fruta -entre muchas otras cosas-, batidos mientras el conjunto se congela, nos puede dar mucho juego si lo acompañamos de otras preparaciones o lo adornamos con otros ingredientes interesantes. Os damos a continuación varias ideas para elevar un sencillo helado a otro nivel, que con ellos se puede hacer mucho más que ponerte un par de bolas solitarias en un cuenco. De nada.
Como acompañamiento de otros dulces
Usar los helados para acompañar una tarta es algo que podemos importar del continente americano; los estadounidenses son muy aficionados a poner una bola de helado de vainilla, entre otros sabores, encima de suculentas tartitas aún tibias para que el helado se funda ligeramente. Una buena tarta de manzana combina a la perfección con el sabor de la vainilla, de unos frutos rojos o incluso de un helado de turrón, y añadir un heladito a un brownie es otro clásico imperdible.
Otro dulce al que le va de cine un helado como compañero es un gofre o unas tortitas americanas, si son caseros, mejor que mejor. No arrugues la nariz, que ambas cosas se hacen sin horno y son mucho más fáciles de lo que crees. Añade un buen pegote de nata montada casera, un granillo de almendra, nueces o avellanas, frutas frescas como frambuesas o arándanos, o caramelizadas como manzana o plátano en daditos y pasados por la sartén con un poco de mantequilla y tendrás un postre delicioso perfectamente ambientado para el verano.
En batido
Otra idea estupenda para usar un helado y que cuando aprieta el calor te puede apetecer más que comerte algo sólido es prepararte un refrescante batido. Incluso con esos restos de tarrinas de helado que te van quedando por el congelador, no te hagas el longuis (ah, que a ti nunca te sobra helado…). Apunta la receta de un buen batido: mezcla un par de bolas de helado de vainilla, chocolate o fresa -creo que los sabores más clásicos quedan mejor, pero esto es muy personal, hay quien es muy partidario del helado de turrón para esos menesteres- con un vaso de leche, alguna fruta que le dé cuerpo como plátano o melocotón, o que lo aligere como el melón o la sandía, dependiendo del resultado que busques. Bate a conciencia y tendrás una bebida deliciosa y refrescante que puedes coronar con frutillas troceadas, frutos secos como pistachos, almendras o anacardos y un poco de cacao en polvo o chocolate rallado como colofón. Si te gusta la fresa, prueba a batir un helado de fresa con leche y fresas frescas: es apto para críos y para adultos.
En sándwich
Un buen helado de un sabor básico como vainilla, chocolate y fresa queda fetén en sándwich: simplemente pon una bola de helado entre dos galletas redondas, aplasta y rueda el sándwich por fideítos de chocolate o granillo de almendra. Si quieres hacer las galletas caseras, para rizar el rizo, aquí tienes una receta sencilla de galletas con chocolate y cítricos, o las celebérrimas de chips de chocolate, que quedan bien con todo, como una camisa blanca. No nos olvidamos, por supuesto, de los barquillos de múltiples formas y tamaños para el viejuno helado de corte, que es un clásico y está riquísimo, sin más.
Sándwiches de helado de limón
De propina os damos una receta más sencilla que el mecanismo de un chupete para hacerte un bocadito helado. Los barquillos que se usan para los helados de corte, por ejemplo, pueden darnos juego para preparar un sándwich helado sencillísimo y efectivo a rabiar, apunta:
Ingredientes
- 100 g de lemon curd
- 4 bolas de helado de limón
- Ralladura de limón
- 8 barquillos planos, cuadrados tipo corte o del tipo que quieras
Preparación
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Poner los barquillos sobre una superficie limpia y untarlos por un lado con el lemon curd.
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Distribuir el helado sobre los barquillos planos y cubrir con otro barquillo para hacer un sándwich (con el lemon curd por dentro). Espolvorear los laterales con ralladura de limón.
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Congelar los sándwiches cinco minutos y disfrutar del bocado.
Ah, y si quieres meter un palito por un lateral y bañar los sándwiches ya congelados en chocolate derretido, no nos vamos a chivar a nadie.
Con café
Preparar un affogato es tan sencillo como añadir una bola de helado a un expreso; si la proporción de líquido es mayor que esto se tratará de lo que llamamos un float. Puedes empezar probando con helado de avellana, que genera una deliciosa crema después de volcar el café —ahogarlo, de ahí el nombre— sobre la bola de helado. Aunque lo más corriente es usar helados cremosos como el de avellana, vainilla, nata, chocolate, stracciatella o café, nada impide que te pongas creativo con sorbetes como el de coco, cuyo resultado es sorprendentemente agradable (y puedes aromatizar con un poco de licor, si te apetece y eres mayor de edad). Tengo amigos con escaso criterio que sostienen que una bola de helado flotando en una bebida de cola u otro refresco es apto para seres civilizados. No me convencerán nunca.
En vasitos
Ya hace tiempo que están de moda los postres en vasitos: son cómodos y, si les pones un poco de mimo, con helado te quedarán muy satisfactorios. Deja que se ablande una tarrina de buen helado de tu sabor favorito -sin pasarte, el helado debe quedar manejable, pero no líquido, hazlo en la nevera- y dosifica una bola en los vasitos. Acompaña de sirope, fruta en compota chocolate derretido, o en fideos o bolitas, galletas troceadas, bizcocho… deja volar tu imaginación, pero congela de nuevo hasta el momento de devorarlos.
¿Tienes las musas de vacaciones y prefieres ideas concretas? Trocea unas galletas tipo Digestive, que quedan fetén con su punto salado, y ponlas en el fondo de unos vasitos.Añade un helado de dulce de leche, apretando para que se rellenen bien todos los huecos, y cubre con avellanas o almendras picaditas. Agrega un chorrito de sirope de chocolate y mete los vasitos, bien tapados, en el congelador para que el helado se vuelva a poner firme y disfrútalos cuando quieras.
En copa, con frutas
Móntate una copa con fruta fresca y unas bolas de helado, algo que emparenta directamente con el conocidísimo banana split, del que puedes hacer una versión con más fruta y menos siropes, que tampoco te va a pasar nada. Las frutas de temporada en primavera y verano se prestan a la perfección a estas combinaciones: melón, melocotón y albaricoque pelado, cerezas o cualquier fruta tropical. Un par de ideas: deshuesa unas cerezas y pásalas por la sartén con un poco de azúcar para que se cocinen y liberen su rico jugo, y añádeselas tibias a un par de bolas de helado de vainilla o chocolate blanco; o pasa unos melocotones abiertos por la mitad y deshuesados por una plancha a todo trapo, añade un chorrito de miel cuando estén tostados y blanditos, y combínalos con un helado de stracciatella, de vainilla o de leche merengada. Lo que se te ocurra y te guste más. Igual que en el caso anterior, también puedes añadir frutas desecadas, frutos secos o unas virutas de chocolate negro.
En copa, versión decadente
Si ya has perdido toda la vergüenza -o tienes un metabolismo a prueba de bombas- y te quieres dar un homenaje, prepárate una copa de helado con todo lo que se te ocurra. En esa línea tienes los norteamericanos sundaes, como el que proponemos en la siguiente receta:
Receta de sundae a la americana
Ingredientes para una copa de sundae tradicional
- 3 bolas de helado de vainilla
- 2 cdas. de sirope de chocolate
- 1 buen copete de nata montada
- Cerezas frescas o confitadas
- Frutos secos picaditos al gusto
Preparación
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Sacar las bolas de helado y ponerlas en una copa de helado bonita y grande.
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Regar con sirope de chocolate al gusto.
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Montar nata y coronar las bolas de helado con un buen pegote.
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Adornar con las cerezas y los frutos secos.
Al hilo de los sundaes, Sheldon Cooper de The Big Bang Theory nos cuenta, respecto a la costumbre de poner una mesa de sundaes para hacerte tu propia copa en las bodas estadounidenses, que el 50% de los matrimonios acaban en divorcio, pero el 100% de las mesas dulces de sundaes acaban en felicidad. Razón no le falta.
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