Veintiséis años después de estremecer al público con su libro autobiográfico “Always Running: La Vida Loca, Gang Days in L.A.”, el escritor Luis J. Rodríguez lleva al teatro su trepidante historia como pandillero que se salvo de una muerte segura.
“Es necesario revivir esta historia en estos momentos, necesitamos desafiar la idea de que estos jóvenes no tienen remedio”, señaló Rodríguez en entrevista con Efe, sobre la adaptación teatral que ha hecho de su famosa novela y cuya premier mundial será este fin de semana.
Rodríguez alude de alguna forma al discurso del presidente Donald Trump contra los pandilleros, a los que ha calificado incluso de “animales” y los relaciona con la inmigración indocumentada.
“Estas pandillas están hechas en América (EE.UU.), no en México, no en El Salvador”, resalta el escritor, de 65 años, hijo de inmigrantes mexicanos.
Precisamente el desconocimiento de esta problemática es lo que impulsó al autor, nacido en El Paso (Texas) y criado en Los Ángeles, a adaptar al teatro la historia de “Always Running…”, en la que relata cómo se perdió en una pandilla, en las drogas y el crimen.
La novela, publicada en 1994 y un éxito de ventas desde ese entonces, hizo de catapulta en la carrera literaria de Rodríguez al retratar la historia de Luis, un joven problemático, con tendencias suicidas y que encuentra en la pandilla una familia equivocada.
La también escritora y productora teatral Josefina López (“Real Women Have Curves”) abrió las puertas de la sala “Casa 0101”, en Los Ángeles, para que Rodríguez echara andar este proyecto, que cuenta con un elenco de más de 20 actores, todos hispanos.
“Cuando los latinos somos la mayoría aquí en Los Ángeles y no tenemos representación en el cine y en la televisión, tenemos que decir que nuestras historias son importantes”, explica López.
La productora resalta que una de las metas al poner esta obra en el teatro es corregir los estereotipos que Hollywood ha elaborado sobre las pandillas.
“Normalmente, son las personas anglosajonas las que escriben sobre nuestra comunidad, pero a mí no me gustan esas historias y al público latino tampoco”, agregó.
El actor Rufino Romero, quién interpreta a Luis, coincide con la productora y asegura que incluso en las películas que incluyen temas latinos “no hay una representación real”, porque “la producciones no se toman el tiempo para saber si hay una persona que pueda interpretar ese papel lo más auténtico que se pueda”.
El actor de 30 años destaca que su experiencia al crecer en “el barrio” ha sido muy importante para entender este papel, que cataloga como uno de los más importantes de su vida.
Para Ramiro Rodríguez, hijo del escritor, es importante que esta obra logre transmitir la profundidad de lo que significa vivir en una pandilla y las consecuencias que esto puede traer.
El hispano habla desde la experiencia ya que él también terminó involucrado en las pandillas y pagó muchos años en la cárcel antes de poder recuperar su vida, y luego verse reflejado en el libro de su padre.
“La experiencia es diferente, el tiempo es diferente, pero la lucha es la misma”, reflexiona Ramiro, que espera que muchos jóvenes puedan ver en la obra de teatro un camino que los ayude a salir de las pandillas.
En ese sentido, el autor y dramaturgo asegura que los espectadores deben venir a ver la obra preparados para presenciar situaciones muy duras, que incluso muchos no quieren saber, pero que al mismo tiempo impulsan a una persona a transformarse y a tener esperanza.
“El mensaje es que si es posible, pero no es fácil”, subraya el autor, que escribió la obra junto a Héctor Rodríguez, con el que no tiene ningún parentesco, y es el director de la puesta en escena.
“Always Running: La Vida Loca, Gang Days in L.A.” se estrena el sábado y estará en caterlera hasta el 20 de octubre en cartelera.
La productora espera que la autobiografía de Rodríguez sea llevada a la pantalla grande, si bien por lo pronto el montaje teatral ya ha recibido propuestas desde varios estados.
Luis J Rodríguez, autor de 15 libros, entre novelas y poemarios, resalta el trasfondo de la obra: Que hay muchos vacíos en la vida de los jóvenes, vacíos de no tener mentores, de no tener educación, recreación.
“Tenemos que hacer algo bueno y sano con esos vacíos, sino las pandillas lo van a ocupar”, sentenció.