Un usuario de Twitter consulta la red social en su teléfono móvil.UNSPLASH
Si un usuario publica las coordenadas de otra persona sin su permiso, Twitter le da un aviso y elimina la información. Si ese usuario reincide, será la última vez que lo haga: su cuenta quedará suspendida de manera permanente. Hasta el martes, la compañía consideraba una violación de sus normas comunitarias compartir la dirección, la ubicación, el DNI, el número de teléfono o la cuenta bancaria de un tercero sin su consentimiento (siempre que no hubiera sido publicado en otra plataforma o web antes), pero no ocurría igual con las imágenes y los vídeos. Esta semana, Twitter ha actualizado su política sobre información privada para incluir el contenido audiovisual y ahora los usuarios que compartan imágenes o vídeos sin consentimiento de quienes aparecen en ellos se enfrentan a la suspensión temporal hasta que el contenido quede eliminado. La medida se anunció solo un día después de que la compañía comunicara el relevo del consejero delegado, Jack Dorsey ―fundador en 2006 de la compañía―, por el ingeniero indio Parag Agrawal.
El motivo esgrimido por Twitter para tomar esta decisión es proteger sobre todo a ‘‘mujeres, activistas, disidentes y miembros de minorías’’, que pueden verse perjudicados a nivel emocional e incluso físico de manera desproporcionada con respecto al resto de la población (aunque pueda verse afectada cualquier persona). En su blog oficial, Twitter explica que ‘’hay una preocupación creciente por el mal uso de las imágenes, los vídeos y la información no disponible en ningún otro lugar de la red y que se utiliza para acosar, intimidar o poner al descubierto la identidad de los individuos’’, e insiste: ‘’Esto nos va a permitir tomar medidas con el contenido audiovisual que no sea expresamente abusivo, cuando se publique sin el consentimiento de la persona que aparezca representada’’.
La compañía también establece que la norma ‘’no es aplicable al material audiovisual referido a figuras públicas cuando la imagen y el texto que la acompaña se comparta en aras del interés público o añada valor al discurso público’’. Si el objetivo de esa publicación fuera acosar, intimidar o silenciar a través del miedo a dichos personajes, se eliminaría el contenido por la política de comportamiento abusivo.
A los medios de comunicación tampoco se les aplicaría la política, dado el interés público de sus contenidos y el derecho a informar que los ampara. De hecho, uno de los dos criterios que destaca la plataforma para mantener una publicación y no destruirla es precisamente que la imagen o vídeo ya haya sido publicada por un medio. El otro supuesto es que estuviera circulando por internet antes de que el usuario la compartiera. Twitter defiende que siempre evaluará el contexto y puede que decida mantener una imagen en lugar de eliminarla. En todo caso, se requerirá al afectado una declaración sobre la foto o el vídeo en cuestión para evaluar cada caso concreto antes de tomar alguna medida.
We will take into consideration whether the image is publicly available and/or is being covered by journalists—or if a particular image and the accompanying Tweet text adds value to the public discourse—is being shared in public interest or is relevant to the community.
— Twitter Safety (@TwitterSafety) November 30, 2021
Algunos usuarios han manifestado sus reticencias ante el cambio en la política: ‘‘Esto es horrible. Las imágenes incluyen las de personas aleatorias, estén o no en el fondo de la foto, a las que no puedes coger y preguntarles si les importa que publiques una foto que les acabas de sacar’’, ha planteado @itsblrose. Este y otros comentarios han llevado al debate sobre los memes, que en muchas ocasiones han convertido a individuos desconocidos en celebridades. La cuestión que se plantea es que, aunque Twitter no pretende eliminar cualquier imagen tomada sin consentimiento (como las de personajes públicos o aquellas que ya circulaban por internet), ¿qué ocurre si un usuario es el primero en subir un potencial meme? ‘‘Dado que la mayor parte de los memes y gifs conciernen a individuos privados que no han dado su permiso para utilizar su foto o vídeo para ese propósito, ¿va a vetar Twitter los memes y los gifs a partir de ahora?’’, se ha preguntado @russish.
El caso del humor gráfico puede resultar anecdótico, pero preocupan en mayor medida las grabaciones o capturas de violaciones de derechos humanos, como el asesinato de George Floyd en Minneapolis el pasado año. Gracias a su publicación, adquirió una notoriedad que potenció enormemente el movimiento Black Lives Matter y desencadenó protestas masivas en todo el mundo para exigir justicia. ¿Qué habría ocurrido en ese supuesto con esta nueva política? El usuario que subió el vídeo a la red, ¿se vería obligado a eliminarlo si, por ejemplo, el policía condenado por su homicidio, Dereck Chauvin, hubiera declarado a Twitter que en ningún momento se le había consultado? La compañía lo aclara en su comunicado: ‘‘Sabemos que hay casos en los que se comparten imágenes o vídeos con la intención de ayudar a alguien que pasa por una situación crítica (…) o como parte de un suceso noticioso de interés público, eso puede hacer que pese más la seguridad’’.
El gurú del periodismo Jeff Jarvis también ha manifestado en la propia plataforma sus dudas con respecto al cambio de política, aunque ha ido más allá: ‘’Estoy muy confundido. ¿Esto quiere decir que, si saco una foto, por ejemplo, en Central Park, necesito el permiso de todas las personas que aparezcan?’’. Aunque Twitter lo ha aclarado: ‘‘Las imágenes o vídeos que muestren a personas participando en eventos públicos, como protestas o citas deportivas, generalmente no violarían esta política’’.
I am SO confused. Does this mean that if I take a picture of, say, a concert in Central Park, I need the permission of everyone in it? We diminish the sense of the public to the detriment of the public. https://t.co/z8OJGxPDFc
— Jeff Jarvis (@jeffjarvis) November 30, 2021
Instagram ya contaba con un formulario para quien quisiera solicitar la retirada de una imagen que no quería que estuviera en la plataforma, aunque la compañía recomienda, antes de nada, pedirle directamente a la persona que subió la fotografía que la elimine. Facebook, por su parte, advierte: ‘’Si te molesta una foto en la que te han etiquetado, puedes eliminar la etiqueta. Facebook no puede hacer que la gente elimine fotos si estas no infringen nuestras condiciones del servicio’’. El deber de solicitar el consentimiento al subir una imagen en la que aparece una segunda persona sigue generando dudas. Algunos expertos creen que, cuando alguien posa para una fotografía, está otorgando un consentimiento tácito, pero, para otros, eso no constituye una señal suficiente que indique permiso de publicación, solo se daría por sentado el acuerdo para aparecer en la imagen. La política de Twitter se encuentra más orientada a las imágenes tomadas sin ninguna clase de permiso, por lo que no parece que un selfi pudiera generar problemas a los usuarios.
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