El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo en un mensaje publicado en la noche del lunes que la incursión militar ucraniana en Kursk ha permitido a su país lograr el control de casi 100 poblaciones en esa región de la Federación de Rusia, por lo que Kiev puede reivindicar 1,250 kilómetros cuadrados de territorio del país de Vladímir Putin.
“Los soldados ucranianos continúan la operación defensiva en las zonas designadas de la región de Kursk. En la actualidad, nuestras fuerzas controlan más de 1,250 kilómetros cuadrados del territorio enemigo y 92 asentamientos”, afirmó Zelenski en el marco de su reunión con los jefes de las misiones diplomáticas exteriores de Ucrania celebrada en Dnipró (este) a última hora del lunes.
“Seguimos reforzando nuestras posiciones, estabilizando las zonas designadas y reponiendo el fondo de intercambio para Ucrania”, abundó al referirse a los numerosas capturas de soldados rusos logradas en la incursión.
Según Zelenski, la operación en Kursk no habría sido necesaria si los socios extranjeros de Ucrania hubieran levantado todas las restricciones al uso de sus armas de largo alcance contra Rusia, mientras que su éxito demuestra la “ingenuidad” de la idea de “líneas rojas” con respecto a Rusia.
Zelenski señaló al aludir a la incursión militar de Ucrania en Kursk, que “hace unos meses, mucha gente en el mundo, si se hubiera enterado de que estamos planeando una operación de este tipo, habría dicho que es irreal y que se trata del cruce de la supuestamente más roja de todas las líneas rojas que existen en Rusia”.
Todo el concepto ingenuo e ilusorio de las llamadas líneas rojas en relación con Rusia, que dominaba las valoraciones de la guerra por parte de algunos socios, se ha desmoronado estos días.
Según el presidente ucraniano, la incredulidad que habría generado la presentación de la idea de la incursión de Ucrania en Kursk fue una de las razones por las que “nadie ha oído hablar” de la preparación de dicha operación.
No obstante, los avances de Ucrania en Kursk ya han provocado un cambio ideológico muy importante, según Zelenski.
Por eso pidió a los diplomáticos ucranianos que intensifiquen su labor para convencer a los socios, especialmente a Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, de que permitan el uso de sus armas de largo alcance contra objetivos militares más adentrados en territorio ruso.
“A Ucrania le separa de poder detener el avance del Ejército ruso en el frente una sola decisión, que esperamos de nuestros socios. Y ésta es una decisión sobre las capacidades de largo alcance”, dijo Zelenski.
El presidente ucraniano subrayó que las bases militares rusas, los aeródromos, la logística y otras instalaciones militares son objetivos totalmente legítimos para las fuerzas de defensa de Ucrania.
Dada la situación en la región de Donetsk (este), donde continúa el empuje de las fuerzas invasoras, un nuevo retraso de los socios de Ucrania se convierte de facto en “uno de los pilares más importantes del potencial ofensivo ruso”, subrayó y concluyó:
Insisto: La reacción de Putin a la operación en la región de Kursk demuestra que no hay ninguna razón racional para no permitirnos ser verdaderamente fuertes, verdaderamente de largo alcance.
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