Kiev mantiene reservas sobre el plan propuesto por Ankara para establecer un corredor naval que permita la salida de los productos agrícolas ucranios bloqueados por la invasión rusa. Ucrania es uno de los mayores exportadores de cereales del mundo y para varios países de Asia y del norte de África aporta hasta la mitad del trigo que consumen, lo que ha encendido las alarmas por la crisis alimentaria que puede provocar la incapacidad de llevarlos hasta su destino. Según el Gobierno de Volodímir Zelenski, hasta 25 millones de toneladas de cereal están varadas en territorio ucranio y pendientes de una solución que negocian los dos países enfrentados con la mediación de Turquía. El plan pasa por la reapertura del puerto ucranio de Odesa, pero Kiev mantiene reservas y pide que se les entreguen armas para defender la costa del mar Negro en caso de ataque ruso y patrullas navales de terceros países.
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“Dados los recientes ataques con misiles contra un silo de Mikolaiv, no podemos descartar que Rusia esté planeando usar este corredor para atacar Odesa y el sur de Ucrania. Por eso necesitamos garantías de seguridad efectivas para restablecer la navegación. Esas garantías deberían pasar por el suministro a Ucrania de armas apropiadas para proteger la costa de las amenazas navales y que fuerzas navales de un tercer país patrullen esta zona del mar Negro”, se lee en un comunicado publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores ucranio este martes, en víspera de las negociaciones que mantendrá en Turquía el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.
La semana pasada, Ibrahim Kalin, portavoz del Ejecutivo turco, asesor principal del presidente Erdogan y uno de los implicados en las negociaciones, explicó en una entrevista con este diario que el plan pasaría por sacar el grano ucranio a través del puerto de Odesa en cargueros escoltados por barcos militares turcos. Se trataría de una operación bajo el paraguas de la ONU y con centro en Estambul, desde donde el grano sería distribuido a los mercados internacionales y donde establecerían su base los representantes rusos y ucranios que supervisarían el proceso.
“No podemos fiarnos de Putin”
El punto más delicado del plan es que, para que los mercantes entren y salgan del puerto de Odesa, Ucrania debe retirar las minas flotantes que colocó para defenderlo. Turquía se ha ofrecido a colaborar en el desminado y el presidente ruso, Vladímir Putin, ha dado su palabra de que no pretende atacar la ciudad portuaria. Pero los ucranios no se fían del líder ruso, menos aún cuando el mes pasado Odesa volvió a estar en el punto de mira de los bombardeos. “Putin dice que no usará las rutas comerciales para atacar Odesa. Es el mismo Putin que le dijo al canciller alemán [Olaf] Scholz y al presidente francés [Emmanuel] Macron que no iba a atacar Ucrania días antes de lanzar una invasión a gran escala de nuestro país. No podemos fiarnos de Putin, sus palabras no valen nada”, escribió el lunes en Twitter el ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba.
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Putin says he will not use trade routes to attack Odesa. This is the same Putin who told German Chancellor Scholz and French President Macron he would not attack Ukraine — days before launching a full-scale invasion of our country. We can not trust Putin, his words are empty.
— Dmytro Kuleba (@DmytroKuleba) June 6, 2022
En Turquía esperan que el respaldo y apoyo que pueda dar Naciones Unidas sirva para despejar las dudas ucranias. El ministro Lavrov se mostró optimista este martes sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo. La delegación que liderará en Ankara incluye a expertos en cuestiones alimentarias y a militares, por lo que se espera que los detalles del plan sean discutidos a nivel técnico. “Estamos en conversaciones con todas las partes para alcanzar una solución y hemos avanzado mucho. Ahora estamos tratando los aspectos técnicos: cómo se limpiarán las minas, quién lo hará, cómo se establecerá el corredor, quien ofrecerá la escolta… Ambas partes piden garantías a la otra y nosotros estamos tratando de asegurarnos de ello”, explicó a la prensa el ministro de Defensa turco, el general Hulusi Akar, este martes tras una conversación telefónica con su homólogo ruso, Serguéi Shoigú.
Sin embargo, durante su estancia en Turquía, Lavrov no mantendrá contactos con representantes ucranios, según explicaron fuentes diplomáticas de Kiev. Tampoco el Gobierno de Ucrania ha sido invitado a las conversaciones de Ankara, por lo que resulta difícil pensar en cómo se van a sortear los obstáculos para alcanzar un acuerdo. “Apreciamos los esfuerzos de Turquía por desbloquear los puertos ucranios. Al mismo tiempo, debemos subrayar que todavía no hay ningún acuerdo en este tema entre Ucrania, Turquía y Rusia. Queremos enfatizar que las decisiones deben ser tomadas con la participación de todas las partes. Rechazaremos cualquier acuerdo que no tenga en cuenta los intereses de Ucrania”, advierte el Ministerio de Exteriores en su comunicado. Ucrania tampoco ve con buenos ojos la demanda de que los barcos que participen en la operación para desbloquear los productos agrícolas ucranios sean inspeccionados por Rusia.
Robo de cereales
Otra de las quejas de Kiev es que Rusia está distribuyendo cereal ucranio robado de los territorios ocupados. “Hemos visto que en torno a medio millón de toneladas de cereal han sido robadas. Hay pruebas en todas las regiones temporalmente ocupadas: Jersón, Zaporiyia, Lugansk, Donetsk y Járkov. La carga es llevada a Rusia, principalmente desde las regiones de Járkov, Donetsk y Lugansk, o a través de Crimea, desde las regiones de Zaporiyia y Jersón”, afirmó la semana pasada el viceministro de Política Agraria de Ucrania, Taras Visotski.
En la península de Crimea, ocupada por Rusia desde 2014, el cereal sale a través del puerto de Sebastopol a los mercados internacionales. “Estos cereales son llevados a países del extranjero, incluida Turquía. Hemos pedido ayuda a Ankara para solucionar este problema”, denunció el pasado viernes el embajador ucranio en Ankara, Vasil Bodnar. Los diplomáticos ucranios han compartido con las autoridades turcas el nombre de al menos cinco buques de carga —algunos de los cuales operan bajo bandera rusa y otros bajo bandera siria— que habrían participado en la venta del grano robado y que, según sus registros, han recalado últimamente en puertos turcos.
Kiev también ha agradecido a Egipto y Líbano que hayan rechazado el atraque de al menos un buque ruso cargado de cereal sospechoso de haber sido robado en Ucrania. Según análisis basados en fuentes abiertas, la agencia Reuters concluyó que este cereal rechazado terminó siendo descargado en el puerto sirio de Latakia.
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