CHASIV YAR, Ucrania — El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy se comprometió el lunes a no retirarse de Bajmut en un momento en que las fuerzas rusas se aproximan a la devastada ciudad oriental, la cual intentan capturar desde hace seis meses a un costo de miles de vidas.
Hace menos de una semana, un asesor de Zelenskyy dijo que los defensores podrían ceder la ciudad y replegarse a posiciones cercanas.
Pero Zelenskyy presidió el lunes una reunión en la que mandos militares “se expresaron a favor de mantener la operación de defensa y reforzar aún más nuestras posiciones en Bajmut”. Horas después, durante su discurso nocturno en video, el mandatario reportó que sus asesores acordaron de manera unánime continuar con la lucha, “no replegarse” y reforzar las defensas ucranianas.
Su principal asesor, Mykhailo Podolyak, dijo a The Associated Press que las fuerzas ucranianas en torno a Bajmut han estado desgastando a las fuerzas enemigas, reforzando sus posiciones y brindando entrenamiento a decenas de miles de elementos militares ucranianos para una posible contraofensiva.
Rusia lanzó intensos ataques de artillería contra la ciudad ubicada en la región de Donetsk y poblaciones cercanas, parte de una ofensiva por tres flancos para intentar poner fin a la resistencia de Bajmut.
Los poblados cercanos de Chasiv Yar y Kostiantynivka fueron objeto de fuertes ataques, los cuales dañaron vehículos y residencias y provocaron un incendio. De momento no se reportaron víctimas.
Policías y voluntarios evacuaron a la población de Chasiv Yar y de otras localidades ubicadas en el frente de batalla en una operación que se complicó por la pérdida de puentes y los constantes ataques de artillería, que han destruido prácticamente todas las casas del lugar.
Las fuerzas rusas no han podido propinar un golpe definitivo que les permita capturar Bajmut. Los analistas señalan que la ciudad no tiene un gran valor estratégico y que es poco probable que su caída resulte en un punto de inflexión en el conflicto.
La ofensiva rusa por Bajmut refleja los problemas más amplios de Kremlin para obtener cierto impulso en el campo de batalla. La invasión que inició Moscú el 24 de febrero de 2022 se estancó rápidamente, y Ucrania lanzó una contraofensiva que tuvo éxito en gran medida. Durante los crudos meses de invierno los combates han estado prácticamente paralizados.
Aunque los riesgos de nuevos ataques de misiles y drones rusos siguen siendo altos lo peor para el sistema de suministro energético de Ucrania parece haber pasado pues el país se acerca a la primavera sin cortes de luz en casi ningún territorio.
La importancia de la ciudad se ha vuelto simbólica. Para el presidente ruso Vladímir Putin, un triunfo en Bajmut finalmente daría buenas noticias desde el frente. Para Kiev, el despliegue de agallas y valentía enfatiza el mensaje de que Ucrania sigue de pie luego de un año de ataques brutales, justificando el apoyo continuo de sus aliados de Occidente.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, respaldó el lunes esa postura, diciendo durante una visita a Jordania que Bajmut tiene “un valor más simbólico que estratégico y operacional”.
Añadió que Moscú sigue “echando mano de muchos soldados mal entrenados y mal equipados” en Bajmut, mientras que Ucrania refuerza pacientemente “poder de combate” en otros puntos con el apoyo militar de Occidente de cara a una posible ofensiva durante la primavera.
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