BRUSELAS (AP) — Los países miembros de la OTAN continuarán proporcionando a Ucrania armas pesadas y sistemas de largo alcance, y los aliados acordarán un nuevo paquete de asistencia a Kyiv en consulta con el ministro de defensa de Ucrania, dijo el miércoles el secretario general de la OTAN.
“Ucrania se encuentra en una situación realmente muy crítica, por lo que existe una necesidad urgente de apoyo”, dijo el secretario general, Jens Stoltenberg, antes de una reunión de los ministros de defensa de la alianza en Bruselas.
Se está llevando a cabo una reunión de la OTAN de dos días cuando la batalla por el este de Ucrania entra en una etapa crítica, con Rusia obteniendo ganancias constantes y controlando la mayor parte de la región rica en recursos de Donbass. Ucrania ha pedido más armas pesadas para contrarrestar la superioridad de Moscú en la artillería de largo alcance.
Más tarde el miércoles, el secretario de defensa estadounidense, Lloyd J. Austin III, organizará una reunión separada de un grupo de países que están ayudando militarmente a Ucrania. Aunque fuera de los auspicios de la OTAN, el grupo incluye a casi 50 países y revisará con los funcionarios ucranianos las necesidades en tiempo real de Kyiv.
“La gente intercambiará notas sobre sus observaciones, lo que están escuchando y viendo”, dijo la embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, Julianne Smith. “Revisarán qué asistencia de seguridad adicional pueden proporcionar a corto, mediano y largo plazo para ayudar a Ucrania a ganar esta guerra. Y Estados Unidos dejará en claro que continuaremos unidos con Ucrania durante el tiempo que sea necesario”.
El miércoles por la noche, habrá una cena de trabajo sobre Ucrania con la participación de funcionarios ucranianos y de socios, como la Unión Europea, Suecia, Finlandia, Georgia y Moldavia.
La reunión mostrará unidad, pero a medida que avanza la guerra, algunos aliados occidentales están presionando silenciosamente por un alto el fuego, ya que sus economías han lidiado con la inflación y los precios de la gasolina en aumento. Aún así, un alto funcionario del Pentágono repitió el martes la posición estadounidense estándar de que Estados Unidos no presionaría a Ucrania para que negocie un alto el fuego, que tales decisiones dependen del gobierno elegido democráticamente de Ucrania. El Sr. Stoltenberg dijo lo mismo.
La lucha en el este de Ucrania se ha convertido en una dura batalla de artillería marcada por asedios a las principales ciudades, el tipo de conflicto que favorece a las fuerzas armadas mucho más grandes de Rusia. Sin la ayuda de los países miembros de la OTAN, Ucrania estaría en una situación mucho peor que la actual.
Ucrania ha exigido armas cada vez más sofisticadas y ha expresado su frustración porque la entrega de armas pesadas ya prometida por sus aliados occidentales ha sido lenta.
“Los líderes de la OTAN se dieron cuenta de la urgencia”, dijo Stoltenberg, y “han intensificado significativamente durante el último mes desde la invasión”. Pero los aliados también quieren asegurarse de que los nuevos equipos sofisticados se puedan usar de manera ventajosa, y eso implica capacitación tanto en operación como en mantenimiento.
“Los aliados están comprometidos a continuar proporcionando el equipo militar que Ucrania necesita para prevalecer, incluidas armas pesadas y sistemas de largo alcance”, dijo.
La guerra en Ucrania ha presentado un gran desafío para la OTAN y para la estructura de seguridad que ayudó a mantener la paz en el continente desde la Segunda Guerra Mundial. El conflicto inicialmente puso al descubierto las divisiones dentro de la Unión Europea y la OTAN. Pero la ira por la invasión del presidente Vladimir V. Putin ha sido una fuerza unificadora, aunque persisten algunas fisuras en temas como la expansión de la OTAN.
La propia reunión de la OTAN se centrará en los preparativos de su cumbre anual a finales de mes en Madrid. Las discusiones incluyen borradores de un nuevo “concepto estratégico” para que la alianza reemplace el escrito en 2010; tendrá un lenguaje muy diferente sobre Rusia y mencionará las posibles amenazas a la alianza de China por primera vez, así como también discutirá nuevas tecnologías y guerra cibernética.
Los ministros también discutirán el deseo de Suecia y Finlandia de unirse a la alianza. Sus invitaciones para hacerlo han sido bloqueadas por Turquía, que ha hecho demandas a ambos países en temas como el separatismo kurdo, el terrorismo, la extradición de ciertas personas a los tribunales turcos y las restricciones a la venta de armas.
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