Salvamento Marítimo busca a un marinero desaparecido tras el vuelco de un pesquero en la madrugada de este jueves en el norte del Cabo Mayor (al oeste de Santander). El desaparecido pertenece a la tripulación de 10 marineros que trabajaba en el barco Maremi que volcó a las cinco de la mañana mientras maniobraba para recoger los aparejos de pesca. Sus nueve compañeros fueron rescatados por otros pesqueros de similares características, pero no lograron localizar a Fernando Solano Ramos, un pescador de larga experiencia en el Cantábrico y armador del navío, con base en la localidad de Santoña.
El dispositivo preparado incluye el helicóptero Helimer 222, el buque María de Maeztu y la embarcación Salvamar Deneb, movilizados por Salvamento Marítimo. El centro de coordinación de esta entidad de Santander recibió una llamada a las cinco de la madrugada en la que se alertaba de que el Maremi, de 23 metros de eslora, había volcado a nueve millas al norte de Cabo Mayor. Los marineros se encontraban pescando bocarte, sardina y chicharro con destino al puerto de Santoña, localidad de marcada tradición marinera y conservera. De allí es Solano, de unos 55 años según uno de sus compañeros en la cofradía de Nuestra Señora del Puerto. “Llevaba muchísimos años con nosotros y cinco años como armador”, explica uno de los miembros de este colectivo. “Siempre ha sido marinero, no conozco que se haya dedicado a otra cosa”, detalla. Fernando Solano conocía la zona porque es “muy habitual pescar por esas aguas en esta temporada”, según este testimonio. Decenas de personas, entre ellas familiares de Solano y compañeros de la cofradía, han acudido al puerto de Santoña en busca de novedades o noticias sobre lo ocurrido.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (Partido Regionalista de Cantabria), ha catalogado los hechos como “tremenda desgracia” y ha mandado un abrazo a todos los pescadores de Santoña. Además, ha apuntado que él mismo ha navegado en el pesquero accidentado. El vicepresidente, Pablo Zuloaga (PSOE), también ha lamentado lo ocurrido en las aguas cántabras.
El alcalde santoñés, Sergio Abascal (PSOE), asegura a EL PAÍS que aunque el municipio sabe bien de los riesgos de la mar, “nunca se acostumbra a estas cosas”. “Estamos conmocionados. La mar nos da muchísimo pero a veces quita cosas importantes, son momentos de angustia”. La esperanza, añade, se “desvanece con cada minuto que pasa”, pero aún confían en encontrar a un marinero “veterano”, a cuya familia y al sector pesquero les manda todo su cariño. Abascal espera que la investigación revele el porqué de la “terrible desgracia”, pues no hay vías de agua y es “extraño” que con el Cantábrico en calma el barco venciera por la proa.