Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) calificaron como un fracaso la sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, celebrada el pasado martes, por su incapacidad para crear un mecanismo especial destinado a la supervisión y depuración de los abusos y crímenes cometidos por los talibanes contra la población afgana.
Así reaccionaron las organizaciones a la aprobación en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de una resolución sobre el “fortalecimiento de la promoción y protección de los Derechos Humanos” en el país asiático en la que se ha expresado una “grave preocupación por todas las violaciones y abusos” y ha pedido “el pleno respeto de los derechos de todas las personas”, así como el “alto el fuego inmediato”.
También, hicieron un llamado a la comunidad internacional incluidos los donantes y los agentes humanitarios, para “proporcionar asistencia humanitaria urgente adecuada a Afganistán y a los principales países de acogida de refugiados, incluso con respecto a la asignación de vacunas Covid-19”, y abogaron por una “investigación transparente y rápida de los informes de todas las violaciones y abusos de los cometidos por todas las partes en el conflicto“.
“El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha fallado hoy al pueblo de Afganistán”, aseguró al respecto Amnistía Internacional, ante la adopción por consenso de “una resolución débil que simplemente solicita más informes y una actualización de los actuales instrumentos” y que “agrega poco al proceso de supervisión que ya está en marcha”.
Foto: Reuters
“La sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU no ha logrado ofrecer una respuesta creíble a la escalada de la crisis de derechos humanos en Afganistán. Los estados miembros han ignorado los llamamientos claros y consistentes de la sociedad civil y los actores de la ONU para un mecanismo de seguimiento sólido “, explicó Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
De hecho, Callamard recuerda que la reciente investigación de Amnistía sobre la masacre de hombres de la etnia hazara en la provincia de Ghazni a manos de los insurgentes “es una prueba de que la capacidad de los talibán para asesinar y torturar no ha disminuido”
De igual modo, el director en Ginebra de Human Rights Watch, John Fisher, condenó que la adopción de la resolución, presentada por Pakistán en nombre de la Organización de Cooperación Islámica es una bofetada a los defensores de los Derechos Humanos y activistas de los derechos de las mujeres afganas que ven con horror cómo el estado de Derecho se derrumba a su alrededor.
“Cuando el consejo se reúna en septiembre, los estados miembros deben recuperar la credibilidad y apoyar al pueblo afgano para establecer el organismo de supervisión que se necesita con tanta urgencia”, solicita.
(Europa Press)
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