Al menos nueve personas han muerto este domingo en el este de Turquía por un terremoto de magnitud 5,7 en la escala Richter con epicentro en Irán, según ha informado el ministro de Interior turco, Süleyman Soylu. Al menos 37 personas han resultado heridas y durante la tarde han dado por terminadas las tareas de búsqueda de heridos y se ha asegurado que no quedan personas atrapadas bajo los escombros, según ha informado el titular de Interior.
El ministro ha indicado que el temblor, que tuvo lugar a las 05.52 hora peninsular española, ha alcanzado una magnitud de 5,7 y ha afectado a varias aldeas en el municipio de Baskale, en la provincia de Van, en la frontera con Irán.
Varios equipos del servicio de emergencias turco AFAD se han trasladado a la zona para trabajar en los lugares derruidos, y el ministro ha mostrado la predisposición de Turquía de colaborar con Irán en el rescate de personas al otro lado de la frontera, si llegaba una petición en este sentido.
Autoridades locales de Baskale han asegurado a la agencia turca Anadolu que el municipio cuenta con unos 80 hogares y 700 vecinos, pero que, según las informaciones disponibles actualmente, no hay personas atrapadas entre escombros. En la vecina Irán, las víctimas se registraron en la localidad de Qotur, en la provincia de Azerbaiyán Occidental, según el gobernador de esta región, Mohamad Mahdi Shahriarí, que no ha ofrecido un balance exacto de heridos. El gobernante ha explicado a la agencia oficial IRNA que algunas viviendas de este pueblo han quedado parcial o completamente destruidas. Las operaciones de rescate y socorro han trabajado durante el día en el área afectada por la catástrofe, donde la Media Luna Roja iraní ha enviado cinco de sus equipos.
El seísmo, que ha tenido al menos siete réplicas y se ha sentido en ciudades cercanas como Tabriz y Urumía, ha tenido lugar a una profundidad de seis kilómetros. Irán tiene una fuerte actividad sísmica ya que está situado en el límite de varias placas tectónicas y se encuentra atravesado por varias
fallas. El último terremoto de gran poder de devastación, de magnitud 7,3, ocurrió en noviembre de 2017 en la provincia de Kermanshah, donde causó 620 muertos y más de 12.000 heridos. En Turquía un terremoto de magnitud 6,8 causó 35 muertos y más de un millar de heridos el pasado
24 de enero.
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