En el prestigioso Centro de Rehabilitación Física de la Cruz Roja, abierto en Kabul en 1988 y que ahora cuenta con sedes en seis provincias más, no se habla de política. Como puede verse en el vídeo del enviado especial de a Afganistán, Luis de Vega, la forma de trabajar en este centro médico no depende de cuál sea el régimen y, al contrario que otros centros médicos, no ha sido tomado por los talibanes.
Lo que comenzó siendo un centro para víctimas de la guerra, casi siempre amputadas por minas antipersona, ha ido extendiendo sus competencias a pacientes con todo tipo de problemas motores. Ahora acoge a víctimas de accidentes de tráfico, malformaciones, personas con parálisis cerebral, poliomielitis o con lesiones de médula. La mayoría de los 300 empleados son también amputados, tienen registrados 94.845 pacientes y, en todo el país superan los 200.000 desde que empezó a funcionar el proyecto. Solo en lo que va de año este programa de la Cruz Roja ha implantado más de 16.000 prótesis en todo Afganistán. En el vídeo que acompaña a esta noticia, el enviado especial entrevista al director del centro, a uno de los fisioterapeutas que trabajan en él y a varios pacientes.
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