Un juez de Florida ha desestimado siete de los ocho cargos de lavado de dinero contra Alex Saab, el gran operador de negocios del chavismo de los últimos años y el presunto testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Este lunes, los fiscales de Miami presentaron la moción, en la que señalan que esta decisión fue tomada durante el largo proceso de extradición que se prolongó 16 meses y estaba prevista desde el 7 de septiembre de 2020. En el documento alegan que Estados Unidos, por vías diplomáticas, se comprometió con Cabo Verde a procesar a Saab por un solo cargo para cumplir con los plazos máximos de penas establecidas en el país africano donde fue detenido el 12 de junio de 2020, cuando hizo una parada en un avión privado para cargar gasolina.
Tras esta modificación en la acusación, el empresario solo será juzgado por conspiración para blanquear capitales en Estados Unidos, que acarrea 20 años de prisión, la pena máxima admitida para que la extradición procediera. Quedan fuera los señalamientos sobre el uso de instrumentos específicos para cometer este delito. El documento especifica que la petición incluye solamente a Saab y no al otro implicado en el caso, su socio y mano derecha, el también colombiano Álvaro Pulido, que no ha sido capturado.
A Saab le iban a leer sus cargos este lunes en una audiencia vía Zoom. La defensa, sin embargo, solicitó la reprogramación para el 15 de noviembre. Los abogados alegaron que no pudieron reunirse con el detenido, porque desde que se concretó la entrega a Estados Unidos había estado cumpliendo los 15 días de cuarentena obligatoria por la covid-19.
El multimillonario aterrizó el pasado 16 de octubre en Miami procedente de Cabo Verde después de estar detenido en ese archipiélago africano durante 16 meses. La extradición dio comienzo a un proceso judicial de final incierto, donde la colaboración del empresario será clave para ver si la investigación llega hasta el mismo Palacio de Miraflores. Las autoridades estadounidenses sospechan que Saab tiene la llave de dónde Maduro y su entorno esconden su fortuna.
La semana pasada, la defensa de Saab solicitó al juez restringir el acceso de la prensa al juicio, después de que el pasado 18 de octubre medios venezolanos difundieran fotografías y videos de la audiencia de acceso público realizada a través de videoconferencia, lo que es una violación a las leyes estadounidenses. Los abogados señalaron a una veintena de medios y periodistas y solicitaron una investigación por la filtración de las imágenes. Además, adelantaron que Saab se declarará no culpable.
Según la acusación estadounidense, Saab y su socio, el prófugo colombiano Álvaro Pulido, transfirieron 350 millones de dólares obtenidos ilegalmente en Venezuela para blanquearlos a través de Estados Unidos. Los últimos años el empresario de 49 años se convirtió en una figura clave para el Gobierno de Nicolás Maduro, para quien diseñó una compleja red de empresas y operaciones que le ha permitido evadir las sanciones de Estados Unidos.
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