El último recurso del actor mexicano Pablo Lyle para esquivar la prisión ha desaparecido. Tras una espera de más de dos meses, la jueza Marisa Tinkler ha rechazado este lunes la moción de los abogados del intérprete de realizar un nuevo juicio por el delito de homicidio involuntario por el que fue condenado en octubre pasado en Miami, Florida. Los litigantes argumentaban que la ola mediática provocada por el caso había sesgado la imparcialidad del jurado —que lo declaró culpable de asestar un golpe mortal a un hombre de 63 años— y por ello solicitaron un nuevo proceso. Sin embargo, la magistrada ha desestimado este argumento. Ahora, el protagonista de ‘Mirreyes vs Godínez’ estará a la espera de la definición de su condena en la próxima audiencia fechada a inicios de febrero.
La jueza del condado de Miami-Dade, Tinkler informó que con base en la revisión de casos similares, la información presentada por el equipo de defensa no justificaba que se le otorgara un nuevo juicio al actor e hizo hincapié en que los integrantes del jurado recibieron la declaración completa de Lyle como evidencia para considerar. “El tribunal instruyó adecuadamente al jurado en nuestro caso sobre homicidio justificable y excusable”, concluyó. Lyle, vestido con el uniforme rojo de la prisión de Miami y portando una mascarilla, escuchó visiblemente tenso la resolución de Tinkler. En la sala, además de los abogados del actor, también se encontraban sus familiares. De acuerdo con la legislación del Estado de Florida, el actor podría recibir una condena de hasta 15 años.
La vida de Lyle dio un vuelco la tarde del 31 de marzo de 2019. Después de tomar unas vacaciones con su familia, el actor mexicano se dirigía con su familia al aeropuerto de Miami, Florida, cuando un altercado de tráfico se convirtió en una pelea con un conductor vecino. En las imágenes de las cámaras de seguridad se observa cómo en una parada en rojo del semáforo el actor se baja de su automóvil junto con otro hombre y comienzan a discutir con el conductor de otro automóvil. Justo a punto de abordar de nuevo su automóvil, Lyle asesta un golpe mortal al hombre de 63 años, quien sería identificado posteriormente como Juan Ricardo Hernández. La víctima, de origen cubano, falleció cuatro días después del ataque debido a las consecuencias de un “trauma contundente en la cabeza”. Fue entonces cuando las autoridades de Miami obligaron a Lyle a volver a Estados Unidos.
Después de tres años bajo arresto domiciliario, el intérprete, de 36 años, finalmente fue llevado a juicio. Los abogados del actor centraron su estrategia legal en la defensa propia: de acuerdo con los litigantes, Lyle golpeó a la víctima por el miedo de que su propia familia fuese agredida. “Se cometieron errores muy graves en el juicio, este es un caso de un padre de familia que defendió a sus hijos que estaban aterrorizados”, declaró en más de una ocasión la defensa del actor a la salida de los tribunales. Tras meses de audiencias y de escuchar los testimonios tanto de los familiares de la víctima como del actor, el jurado declaró culpable a Lyle del delito de homicidio involuntario.
La familia del actor ha emprendido, en paralelo, una colecta para cubrir los gastos del proceso legal. Silvia Lyle, hermana del ahora condenado, compartió en sus redes sociales la invitación para sumarse a las donaciones para recaudar un total de 100.000 dólares. “Como amigas de la familia Lyle, nos hemos unido para acompañar a Pablo Lyle a transitar esta etapa incierta de su vida. Tú también puedes ayudar”. La familia del intérprete asegura que durante el proceso se ha incurrido en “altísimos gastos legales” que siguen aumentando y que han puesto contra las cuerdas los recursos de su familia. De acuerdo con el sitio web, a la fecha se han reunido más de 96.000 dólares mediante donaciones. El apoyo recibido en forma de donativos a favor del actor no ha podido, sin embargo, librarlo de ser condenado a prisión.
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