El inspector jefe de la Policía Nacional Jesús Vicente Galán ha confirmado este lunes al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que, en el verano de 2013, en plena Operación Kitchen de espionaje a Luis Bárcenas para arrebatarle información comprometedora para el PP, el Ministerio del Interior montó un segundo dispositivo de vigilancia cerca del domicilio del extesorero del partido conservador, según confirman fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio. El mando policial, que comparecía como imputado tras caer en su anterior declaración como testigo en numerosas contradicciones, ha asegurado que él dio las instrucciones para ello por orden de un superior, aunque ha afirmado que el objetivo final del operativo era supuestamente localizar un automóvil Citröen C-4 de color negro y no el político, en aquel momento en prisión preventiva por el caso Gürtel.
Vicente Galán sí ha admitido que sabía que la zona que ordenó vigilar era próxima al domicilio de Bárcenas, ya que así se lo indicó el que entonces era su jefe, el comisario Marcelino Martín-Blas, jefe de la Unidad de Asuntos Internos y también imputado en la causa. Martín-Blas, que declarará por estos hechos el próximo jueves, ha negado en anteriores comparecencias que él diera las órdenes para montar este segundo operativo.
La imputación de Vicente Galán, quien en 2013 acababa de asumir la jefatura de la sección encargada de vigilancias y seguimientos en la Unidad de Asuntos Internos, se produjo el pasado noviembre después de que una de las policías bajo sus órdenes lo señalase como el mando que le dio instrucciones para acudir en, al menos, dos ocasiones a las cercanías del domicilio de Bárcenas e informarle del resultado de sus pesquisas. Esta agente indicó que Vicente Galán justificó los seguimientos porque la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, “estaba en peligro”, sin darle más explicaciones. La policía añadió ante el juez que levantó actas de aquellos seguimientos y que, incluso, tomó fotografías.
En su declaración de este lunes, el mando policial solo ha confirmado que él dio las instrucciones a sus subordinados para desplegar el operativo en las cercanías del domicilio del extesorero del PP, pero ha insistido que lo hizo por órdenes del que entonces era su superior, el comisario Martín-Blas. Vicente Galán también ha asegurado que fue este el que le indicó que el objetivo era localizar un vehículo que merodeaba en una zona comprendida entre las calles Padilla, Hermosilla y General Díaz Porlier, en el madrileño barrio de Salamanca, con la advertencia de que “tuviera cuidado” porque allí estaba el domicilio de Bárcenas. El inspector jefe no ha sido capaz de concretar por qué interesaba policialmente localizar aquel automóvil concreto y en varias ocasiones se ha escudado en que no recordaba ni las fechas ni los detalles ni siquiera si se hicieron informes sobre el mismo.
Vicente Galán, que está imputado por los delitos de prevaricación, malversación y obstrucción a la justicia, ha añadido que sus subordinados le alertaron de que durante el operativo detectaron en la zona bajo vigilancia la presencia de vehículos sospechosos que resultaron ser de otra unidad policial y que, por ello, tras comentárselo a su superior, ordenó que finalizara el dispositivo de vigilancia. Aquellos vehículos resultaron ser parte del operativo desplegado por otro de los imputados, el comisario Enrique García Castaño, conocido como El Gordo, para vigilar los movimientos de Bárcenas, como ha admitido este alto mando policial, que colabora con la justicia.
El inspector jefe ha negado también que recibiera órdenes directas de montar este operativo del entonces máximo responsable operativo de la Policía, el comisario Eugenio Pino, también imputado en la causa y señalado como el presunto muñidor de la llamada brigada política, el grupo de agentes que en la etapa de Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior supuestamente investigó a rivales políticos del PP. No obstante, fuentes policiales destacan la cercanía de Vicente Galán con el comisario Pino y, sobre todo, con la mano derecha de este, el inspector jefe José Ángel Fuentes Gago, también imputado en la causa. Tras la Operación Kitchen, Vicente Galán fue condecorado con una medalla con recompensa económica y obtuvo un destino en una Embajada de España en el extranjero, la de Mauritania, uno de los puestos más codiciados por los agentes por su elevada retribución económica. En agosto de 2018, el actual ministro, Fernando Grande-Marlaska, lo destituyó de ese puesto.
La decisión del juez García-Castellón de investigar la posible existencia de un segundo dispositivo policial de vigilancia a Bárcenas se produjo después de que recibiera, el pasado octubre, un informe policial que reveló que un vehículo adscrito a Asuntos Internos fue enviado a vigilar las inmediaciones del domicilio de Bárcenas el 25 de julio de 2013. “La existencia de este vehículo permite inferir que funcionarios policiales adscritos a la Unidad de Asuntos Internos, cuando esta estaba bajo la jefatura [del comisario] Marcelino Martín Blas [ya imputado en la causa], realizaron labores de vigilancia en un inmueble relacionado con Rosalía Iglesias, la esposa del señor Bárcenas, cometido totalmente ajeno a la función de la Unidad de Asuntos Internos”, recalcaba el juez en el auto de noviembre por el que citaba, entonces como testigo, al inspector jefe Vicente Galán.
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