Los servicios de emergencia de Indonesia trabajan este martes contra el reloj para localizar y rescatar a posibles supervivientes del terremoto de magnitud 5,6 y poca profundidad que sacudió la víspera la provincia de Java Occidental, la más poblada del país, y que ha dejado decenas de muertos. El seísmo, que se registró este lunes cerca de la localidad de Cianjur, causó el derrumbe de varios edificios. Según han informado las autoridades, alrededor de 25 personas permanecen atrapadas bajo los escombros. El Gobierno local, en un mensaje en Instagram, ha cifrado en 31 el total de personas desaparecidas y ha elevado la cifra de muertos a 252. Más de 300 personas resultaron heridas por el efecto del temblor y alrededor de 13.000 tuvieron que abandonar sus hogares para buscar refugio.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, viajó a Cianjur el martes para alentar a los trabajadores de los servicios de rescate. “Mi instrucción es priorizar la evacuación de las víctimas que aún están atrapadas bajo los escombros”, dijo el presidente. Las autoridades coinciden en que el número de víctimas deberá aumentar en las próximas horas en medio del caos desatado por el terremoto y ante los riesgos de nuevos corrimientos de tierra, que suelen ser bastante usuales en esa región. La Agencia Nacional parala Gestión de Desastres (BNPB) ha informado en un comunicado que la prioridad de los equipos de búsqueda y rescate es localizar y evacuar las víctimas lo cuanto antes, así como brindar auxilio a los heridos.
El jefe de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas), Henri Alfiandi ha manifestado: ” Los deslizamientos de tierra y el terreno accidentado estaban obstaculizando los esfuerzos de rescate. El área afectada está dispersa. Además, las carreteras en estas aldeas están dañadas”, ha explicado Alfiandi.
Entre los muertos había estudiantes de un internado islámico. “La mayoría de las víctimas son niños, porque a la 13.00 [hora local] todavía estaban en la escuela”, ha manifestado el jefe de Basarnas refiriéndose al momento en que ocurrió el terremoto. Aprizal Mulyadi, un estudiante de 14 años, ha señalado a la Agencia France Presse: “La habitación colapsó y mis piernas quedaron enterradas entre los escombros. Pasó todo tan rápido”. Mulyadi consiguió escapar gracias a su amigo, Zulfikar, que después moriría atrapado bajo las ruinas. “Me quedé devastado al verlo así, pero no podía ayudarlo porque mis piernas y mi espalda estaban heridas”, ha explicado el joven.
Muchos de los muertos quedaron sepultados por desprendimientos de tierra o por el colapso de sus casas. Dimas Reviansyah, un trabajador de los servicios de emergencia de 34 años, ha relatado que sus equipos usan motosierras y excavadoras para abrirse paso entre los árboles caídos y los escombros hasta las zonas donde creían que podían encontrar civiles. “No he dormido desde ayer, pero tengo que seguir porque hay víctimas que no fueron encontradas”, dijo.
El martes por la mañana, un 89% de la red eléctrica en Cianjur se había recuperado, indicó la agencia estatal Antara. Los doctores trataban a los pacientes en el exterior en hospitales de campaña levantados Improvisadamente después del terremoto, que se sintió en la capital Yakarta. Familiares de luto esperaban que las autoridades les entregaran los cadáveres para enterrarlos siguiendo el rito islámico.
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Los fuertes terremotos de magnitud 6 o 7 son relativamente comunes en Indonesia, a menudo en alta mar donde corren las líneas de falla. El terremoto del lunes pese a tener menor magnitud tuvo consecuencias mortales porque golpeó en tierra a una profundidad relativamente baja y debido a que la mala construcción de los edificios se derrumbaron, según las autoridades. El presidente pidió que los esfuerzos de reconstrucción incluyan viviendas a prueba de terremotos.
Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría de ellos moderados. Una de las catástrofes más mortíferas en el país remonta a 2004, cuando un fuerte terremoto en el norte de la isla de Sumatra generó un tsunami que causó más de 226.000 muertos en una docena de naciones bañadas por el Océano Índico.
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