Guillermo del Toro nos había prometido revelar parte de su nueva versión de Pinocho, algo que ha cumplido mediante una exclusiva con la revista Vanity Fair, en la que pueden verse las primeras imágenes de unos personajes reimaginados, alejándose de la norma aceptable que todos conocemos y que en parte, hemos heredado de la canibalización de Disney respecto a los cuentos populares. Esta versión para Netflix se anunció en 2018, pero las condiciones globales de la pandemia retrasaron esta nueva aventura rodada en stop-motion. Pero ¿cómo es la nueva película que cuenta el origen del personaje creado por Carlo Collodi?
A través de las nuevas capturas del set de su cinta, Del Toro ha tratado de explicar cómo se ha alejado del mito que conocemos todos, para acercarse a las similitudes que hay entre Pinocho y Frankenstein: “Ambos se tratan de un niño que es arrojado al mundo. Ambos son creados por un padre que luego espera que descubran lo que es bueno, lo que es malo, la ética, la moral, el amor, la vida y lo esencial, por sí mismos”.
Se trata de un proyecto que el director de El laberinto del fauno ha querido crear durante quince años, codirigiendo en este caso con el realizador Mark Gustafson, quien tiene una amplia experiencia en este complejo campo de la animación. El elenco de voces que ambos han conseguido para dar vida a esta revisión del clásico de la literatura italiana es apabullante: Ewan McGregor es Pepito Grillo, David Bradley es Geppeto, Ron Perlman es Podesta, Finn Wolfhard encarna a Lampwick, Christoph Waltz interpreta a The Fox y finalmente, Gregory Mann asume con su voz el papel protagonista de Pinocho. Por si estos nombres no fuesen suficientes, Cate Blanchett, Tilda Swinton, Tim Blake Nelson y John Turturro también ponen sus voces a diferentes personajes dentro de la trama.
A diferencia de otras visitas al cuento popular, el nuevo trabajo de del Toro no se desarrolla en un lugar o mundo de fantasía, sino que sucede en una Italia durante el ascenso del fascismo y como precursora de una Guerra Mundial. Según el cineasta, en una época en la que “los ciudadanos se comportan con una fidelidad casi de marioneta” ese niño de madera es diferente. Tendremos menos criaturas mágicas, pero a cambio, del Toro promete un mundo real y cercano a la historia europea.
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